Sociedad animal

Leía recientemente que habían finalizado las obras de construcción del albergue de animales que la Mancomunitat de L’Alcoià y El Comtat ha llevado a cabo en Muro, para dar servicio a diferentes poblaciones de estas comarcas y complementando el que se presta desde Alcoy.

Una noticia que me ha dejado un sabor agridulce. Aplaudo que éste haya sido un proyecto prioritario para la Mancomunitat y venga a garantizar el bienestar de esos animales que no cuentan con un hogar en el que vivir, pero me pregunto cómo es posible que en esta avanzada sociedad no seamos capaces de respetarlos hasta el punto de que sigan siendo más que necesarias este tipo de instalaciones para poder acoger a todos aquellos que los humanos, que nos llamamos racionales, hemos abandonado.

En una rápida mirada por las redes sociales te encuentras, a diario, con camadas dejadas a su suerte, sin comida y a la intemperie en estas frías noches; con perros y gatos que llevaban una vida doméstica y que se han visto en la calle porque a sus dueños, de repente, les molestaban en casa; y animales que afrontan sus últimos años de vida en un albergue al haber sido abandonados porque, con la edad, ya no cumplían las expectativas de sus propietarios. Eso, por no hablar de todas las atrocidades que se cometen con razas como los Galgos.

Afortunadamente las protectoras están ahí y sus miembros, muchos de ellos voluntarios que destinan su tiempo a estos peludos, realizan una labor encomiable e imprescindible hasta que llega una adopción, mientras vivamos en una sociedad que no cumple con los animales.

Y aquí, la educación juega un papel fundamental. Desde pequeños debe inculcarse el cariño y respeto a los animales, debe concienciarse de que somos nosotros los responsables de garantizarles su bienestar y de que un perro en casa te da mucho más de lo que tú le proporcionas. Porque, ¿qué están transmitiendo a sus hijos esos padres que abandonan a sus mascotas?, ¿que cuando algo no nos gusta podemos tirarlo y no pasa nada? Pésimo mensaje, desde luego, que transmitir a unos pequeños que ya viven en una sociedad marcada por un excesivo protagonismo del ‘usar y tirar’.