“Siempre pienso que el viaje de llegar hasta aquí ha valido la pena”

Diego García quizás no tiene el cartel mediático de otros padrinos que tuvo la Gala de los Premis de l’Esport en ediciones anteriores, pero el madrileño, finalista olímpico en Tokio, donde terminó sexto en 20 km marcha, se ganó rápidamente la simpatía del público que llenó la Sala Ágora. Cuatro jóvenes atletas de la Escuela del Club Atletismo Alcoy –Aida, Sara, Alejandra y Aina– ejercieron de entrevistadoras con preguntas sobre la vida y la trayectoria del marchador madrileño, que además de atleta de élite ha estudiado diez años de música y toca el trombón. “La clave está en prepararse para todas las situaciones y tratar de minimizar los problemas que puedan surgir”. Diariamente realiza entrenamientos específicos de 20 kilómetros y que semanalmente esa cifra supera ampliamente el centenar, según la fase de la temporada en la que se encuentre. “Al final encuentras tiempo para todo. Lo importante es quedarte con lo bueno y disfrutar de lo que haces, que al fin y al cabo es lo que te gusta. En mi caso me permite viajar mucho, que me encanta, y conocer a gente nueva”.

Recordó su peor trago como deportista, fue preparando los Juegos de Río 2016, donde se quedó a un puesto de clasificarse tras hacer marca personal. “Tienes la tentación de dejarlo o sigues adelante. Decidí lo segundo y el año pasado pude disfrutar de unas Olimpiadas. Me apoyé en mi familia, que fue fundamental para continuar intentándolo. Siempre pienso que el viaje de llegar hasta aquí ha valido la pena, a pesar de las dificultades”