Se aplaza el sueño, no el esfuerzo

Iban a ser los mejores Juegos de la historia con 11.600 deportistas y 206 comités olímpicos representados en el evento. Nadie en el gobierno japonés se atrevía a reconocer la evidencia, pero la presión del COI (Comité Olímpico Internacional) viendo que delegaciones como la australiana, la canadiense y la brasileña, con gran peso dentro del movimiento olímpico, anunciaban a comienzos de semana su deseo de renunciar a participar, fue lo que definitivamente terminó por llevar a dar su brazo a torcer a las autoridades japonesas y el pasado miércoles confirmaban su renuncia a celebrar Tokio 2020 este verano y aplazarlo para el siguiente, en una fecha aún por decidir, bien antes o después de la Eurocopa de fútbol, y tratando de no perjudicar a deportes con tanto arraigo dentro del movimiento olímpico como el atletismo, la natación o la gimnasia, que en 2021 tenían previsto la celebración de su Mundial.

SITUACIÓN DE INCERTIDUMBRE

A miles de kilómetros de la capital nipona, se encuentra Néstor Abad, confinado en la casa familiar ubicada en las afueras de nuestra ciudad, cerca del Preventorio, en la que está desde el pasado martes 10, un día después de cerrar sus puertas el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, el corazón del olimpismo español, después que se detectara en sus instalaciones un caso de coronovirus. El gimnasta, que ha estado al día de todo lo que se iba gestando alrededor del futuro de la cita nipona, detalla que “es la mejor decisión que han podido tomar. Son momentos difíciles, en el que el deporte queda en un segundo plano, lo más importante son las vidas de las personas y la salud de los tuyos. Aplazando los Juegos para 2021 también acabas con la situación de incertidumbre en la que nos encontrábamos todos los deportistas que estábamos clasificados o aquellos que buscaban la clasificación y veían que todas las competiciones se suspendían”.

El alcoyano cree que trasladando la cita a dentro de un año permitirá normalizar la actual situación y que así todos los participantes en el mayor espectáculo deportivo pueda competir en circunstancias normales. “Hubiera sido un problema para deportistas como en mi situación, que después de un largo periodo sin poder pisar un gimnasio, tratando de inventar ejercicios para estar en unas mínimas condiciones físicas, tener que ponerse en forma contrarreloj. La mejor opción es la que se ha tomado dadas las circunstancias, ahora trataremos de tomarnos las cosas de diferente forma, sin las presión ni la incertidumbre que había hasta ahora, y dejar que las cosas vuelvan a como estaban antes del maldito bicho”.

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