Se apaga otro astro del fútbol sala

Mónica Castillo acudió a su último partido oficial como jugadora del Universidad de Alicante avisada para que estuviera preparada para el homenaje que iban a tributarle en su despedida en activo. “Me habían comentado algo pero jamás me imaginaba que iba a recibir tantas muestras de afecto y me vería tan arropada ese día. Fue increíble y nunca lo olvidaré, encima fue el primer partido con público”, asegura la cierre alcoyana, que aún se emociona al recordar lo vivido el sábado, con discursos de la Vicerrectora de Cultura y Deporte de la Universidad de Alicante, Catalina Illescu; el Secretario de Deporte, Roberto Cejuela, y el Director del Servicio de Deporte del Rectorado, Rafa García.

Los tres tuvieron palabras de reconocimiento para quien ha sido un referente tanto dentro como fuera de la pista del crecimiento de un equipo que en los últimos años siempre aparece en las quinielas de los aspirantes a todos los títulos en la liga nacional de fútbol sala femenino. “Si me ha quedado una espina clavada ha sido el de no poder alzar un título con el Universidad de Alicante. Hemos sido dos veces subcampeonas de liga y en otras dos ocasiones nos quedamos a las puertas de las semifinales de Copa por un gol en el último minuto. Hubiera sido un bonito colofón, levantar el trofeo de campeón como capitana. Aún así no me quejo y estoy contenta de todo lo que he conseguido. En mi primer año en el equipo se subió a Primera División y llevo 11 temporadas ininterrumpidas en la máxima categoría del fútbol sala femenino. He conseguido dos títulos Europeos de Universidades y no olvido ese año en el Santa Rosa que nos quedamos a un punto de ascender a Primera División. Me hubiera encantado jugar con ellas en esta categoría”, confiesa.

Se marcha porque asegura que “no daba abasto a todo lo que llevo entre manos…

> Reportaje completo en la edición en papel del sábado 12 de junio de El Nostre Ciutat.