Se acabó la Feria

Hay en muchos alcoyanos un anhelo por recrear el pasado, por transformarse en los personajes que vemos en las fotografías de tonos sepia de las primeras décadas del siglo XX, un anhelo que se convierte durante los días de la Feria Modernista, en un calidoscopio que hace vibrar las calles de nuestro centro histórico. Desde 2017, año en que se realizó la primera de las ferias, han sido las entidades de recreación histórica, originadas por la propia feria, las que han ido enriqueciendo el programa del evento, acrecentándolo de año en año. El Modernismo ha pasado así de ser un estilo arquitectónico singular de nuestra ciudad, que empezaron a poner en valor historiadoras como Irene García Antón, Jacqueline Charron, o Crispina Ruiz Giménez a ser la palabra que encierra en sí mucho más que un movimiento cultural, al representar todo un período histórico, el del tránsito del siglo XIX al siglo XX, de una sociedad antigua a otra nueva. A menudo, para los historiadores, esta confusión entre un estilo artístico y el conjunto de una sociedad, no deja de ser el mal menor para que se conozca mejor nuestro pasado.

El éxito de la iniciativa de una recreación histórica, con un importante componente lúdico, iniciada hace relativamente poco, la capacidad de acción demostrada por nuestra sociedad e instituciones cuando el pasado es una fiesta, contrasta con las dificultades reales que sufre la conservación del patrimonio cultural. Mientras celebramos lo que fuimos, dejamos perder aquello que nos dice, de verdad, lo que fuimos.

Hace pocos días se terminó el plazo para solicitar las ayudas de la Generalitat Valenciana para la conservación de bienes inmuebles del Patrimonio Cultural Valenciano. El Gobierno del Parterre, liderado por Antonio Francés, no ha presentado ningún proyecto; Alcoy se ha quedado sin las ayudas. Después acusan al Gobierno Autonómico de recortes presupuestarios, cuando es la mala gestión de tres legislaturas de gobierno la causa de que Alcoy no pueda recibir unos fondos muy necesarios para que su patrimonio no siga deteriorándose.

Celebramos el Modernismo, manifestación de nuestra industrialización pionera, pero seguimos sin una política de gestión integral del conjunto de la memoria del Alcoy fabril. Hoy, 4 de octubre, presentamos ante la Corporación de esta ciudad, una propuesta, para que se redacte un Plan Director de nuestro Patrimonio Industrial, para que resultado de él logremos contar con un centro de la memoria que sea el embrión de un futuro Centro de Arqueología Industrial de la Comunidad Valenciana. En ello nos va el futuro, como comunidad histórica que tiene en sus raíces la mejor enseña de su carácter luchador y creativo. Se acabó la feria, toca empezar a trabajar.

GABRIEL GUILLEM. Concejal del PP en el Ayuntamiento de Alcoy

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