Se acabó

Termina una de las peores temporadas del Deportivo de los últimos años, donde en ningún momento se peleó por el objetivo en teoría planificado que era luchar por la zona alta, eliminados de Copa a las primeras de cambio, lo que supuso tener tres entrenadores en una misma temporada a esto sumarle unas afición cada vez mas desencantada y una maltrecha economía en el club.

Un club que necesita reflexionar y ver qué quiere ser y, sobre todo, cómo va a conseguir ser lo que se proponga. Lo bueno de terminar la competición antes de lo previsto es que hay más tiempo para planificar la 2018-2019 y en esta planificación lo primero es ver qué entrenador va a dirigir al equipo la próxima campaña. ¿Será Mario Barrera? ¿Merece una oportunidad? Una vez resuelto este problema llegará el momento de confeccionar la plantilla, un plantel que a diferencia de esta temporada, en la que se mantuvo un gran bloque sobre la anterior, merece una profunda renovación, por jugadores que ni mucho menos han rendido al nivel que se les esperaba y donde la media de edad esta bastante elevada. También quizá sea el momento de volver a mirar hacia la cantera y la comarca.

Una temporada donde ningún jugador de la casa ha tenido carrera deportiva, jugadores más asequibles económicamente y poder echar el resto para esa posición que no es otra que el delantero donde el dinero marca la diferencia. Con jugadores que marcan cuatro goles por campaña es imposible aspirar a algo que no sea luchar por la permanencia o la zona media baja, el gol se paga y hay que hacer un esfuerzo, y ese esfuerzo contrarrestarlo con una plantilla más corta y optar por la cantera.

Una reflexión también merecen quienes dirigen la entidad. Se han equivocado y deben reconocerlo, deben corregir sus errores y si no se ven capaces o con fuerzas quizás sea el momento de dar un paso al lado. Todo esto sin dejar a un lado al activo más importante del Alcoyano, que es su afición. La campaña de socios para la próxima temporada debe ser la base para el resurgimiento deportivista, un Collao vacío y sin aliento desde las gradas ser el mayor adversario del propio club. Si la campaña es atractiva y la directiva es clara en qué quiere y cómo lo quiere, los desilusionados aficionados blanquiazules darán todo para defender sus colores y volver a tener esa comunión grada-equipo que cada vez es más distante.

El camino seguido estas ultimas temporadas ha dado como fruto llegar a este punto, toca revertir la situación, toca parar un momento y ver que ha pasado, que se debe modificar y que se tiene que hacer para volver a ser ese Deportivo del cual todos estábamos orgullosos y que era ejemplo para otros clubes y donde todos los jugadores y técnicos deseaban llegar.

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