Rodes, la manzana envenenada del 2025

Ahí está. Un metaverso abrió sus puertas, a mediados de octubre, acelerando emociones para, después de tres días festivos, volver a cerrar las puertas, a cal y canto, y dejar en el aire un noséquéyo cada vez que alguien preguntaba por cómo iba a funcionar, el lunes siguiente, aquel centro tecnológico. Y es que el lunes siguiente todavía no existía y sigue sin existir.
El Parque Tecnológico Urbano de Rodes fue, sin duda, la estrella rutilante del 2024, con su fugaz aparición; pero también puede convertirse en la manzana envenenada del 2025.

Las obras se adjudicaron en 2021 por siete millones de euros; en diciembre de 2023 ya se hablaba de 8’4 millones; en mayo del 2024 eran 11 millones y en septiembre ascendía a 15. No hemos podido saber en cuanto estarán cuando comience 2025. Y de verdad que como paquete de regalo y envoltorio, resulta espectacular y se da por válida la inversión realizada. Pero como toda inversión, se supone que dará una rentabilidad y ahí es cuando todo comienza a agrietarse y la manzana comienza a ser sospechosa. El CADA ya es un mal trago para el presupuesto municipal y Rodes, sin rentabilidad, podría atragantar las cuentas del Ayuntamiento.

Una macroinversión, llena de expectativas, sobre la que cada vez que el alcalde se refiere a ella nos descubre algo nuevo. Lo último ha sido saber que el Parque Tecnológico acogerá también varios departamentos municipales como los de Promoción Económica, Innovación y Juventud. O sea, oficinas.

También contendrá un restaurante, que se pretende sea un complemento al Centro de Desarrollo Turístico de Interior, con vocación formativa, de ahí que en algunas referencias se le haya calificado como un centro socio-cultural-educativo.

Y todo ello empanado con un proyecto de “Metaverso Rodes Alcoi”, presupuestado en 149.741 euros, con la música de fondo de “un espacio innovador, diseñado para impulsar el talento y la creatividad de emprendedores, startups (empresas emergentes) y empresas consolidadas”. ¿Un CEEI evolucionado?

Y lo normal es preguntarse por el equipo directivo que va a poner en marcha todo esto y coordinar su funcionamiento, que tendrá que convivir con la cesión, mediante alquiler, de algunas de sus instalaciones para eventos de diferente tipo. O al menos conocer al gerente que se supone que ya debe estar trabajando a tope en ello. Sin descanso.

El alcalde, Toni Francés, que al parecer es quien controla directamente todo el tema de Rodes, consciente quizá de que puede ser su gran éxito o su peor fracaso político, informó, el pasado día 17 de diciembre, que ya son 30 empresas las interesadas en ir a trabajar, en 2025, al Parque de Rodes.

Pese a que las obras se licitaron en 2021, la realidad es que las normas de funcionamiento del contenido todavía no existen. Recientemente se ha sabido que el Consejo Económico y Social (CES) está repasando las ordenanzas por las que se regirá Rodes. Una lástima hacer esperar a las 30 empresas interesadas y mucho más penoso cada día que el edificio está terminado con las puertas cerradas.

Ese buque insignia que es el Parque Tecnológico de Rodes exige ya un líder, una cabeza visible. AITEX las tiene y el Campus de la Politécnica también, como mayores valores añadidos al producto alcoyano, junto a una Escola d’Art imparable, capaz de organizar un festival de animación, Animalcoi, sin apenas ruido que ya es un referente internacional.

ALCOY ES MUCHO MÁS QUE RODES
Pero si es el alcalde quien está inmerso en ese reto, por todo lo que se está jugando políticamente, me parece muy bien, pero habrá que buscar a otro que se dedique a conseguir ya de una que tengamos un diseño de ciudad con un nuevo PGOU, y que el grito del entonces presidente de la Cámara, Pablo de Gracia, banquero ahora de oficio, del “¡Ya no podemos aguantar más!”, de febrero de 2024, pidiendo suelo industrial, no sea otro grito en la nada. Necesitamos quien recupere al IVAM; resolver el tapón del puente de Serelles, por respeto a unos vecinos marginados; que la gimnasia artística tenga, por fin, el pabellón que se merece la larga lista de triunfos que nos está dando pese al maltrato recibido; que “retener talento” no sea solamente una ciencia infusa en el Parque de Rodes y llegue también al deporte y que si perdimos penosamente a Nuria Trenzano, que no nos ocurra lo mismo con Néstor Abad; resolver con mantenimiento los continuos problemas en los sistemas de climatización de los edificios públicos; la restauración enquistada del Centre de Cultura y el Teatro Principal; la visibilidad, con resultados, de la empresa pública que se creó; aclarar ya de una si los servicios de abastecimiento de agua potable, autobús urbano, limpieza viaria y recogida de basuras han de funcionar por medio de una concesión o deben regresar a la gestión municipal; dar respuesta a la petición del nuevo ambulatorio de la Zona Alta y, después de un año consensuando, ya es hora de resucitar la peatonalización, pero sin errores de forma y sin empezar la casa por el tejado con un interesante tratamiento urbano y social de la calle San José antes de disponer de una ordenanza de peatonalización. Trabajo hay, sin Rodes, para media docena de alcaldes.

Alcoy es mucho más que el Parque Tecnológico Urbano de Rodes, al que no hay que desmerecer ninguno de sus valores, ni ningunearle su importancia. Pero no olvidemos a la gente cabreada por la falta de limpieza viaria, el estado de los parques, los baches, las aceras con tramos sueltos, la falta de bancos, las pequeñas cosas del día a día que nos permiten ser una ciudad y convivir. Una manzana envenenada puede terminar envenenándolo todo.

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