Rodes: del pasado fabril al futuro tecnológico
Una rehabilitación respetuosa con el legado patrimonial de la extinta manzana industrial, dará lugar a un complejo dedicado a la innovación
Con la aprobación del proyecto en el Pleno del pasado martes, el Ayuntamiento de Alcoy acelera el proceso para transformar la extinta fundición Rodes Hermanos en un gran parque tecnológico y cultural. Los trabajos que ahora salen a concurso cuentan con un plazo de ejecución de 28 meses y están valorados en 7,4 millones de euros, la mitad de los cuales serán sufragados con fondos europeos, mientras que el 50% restante correrán a cargo de la Generalitat Valenciana y el Consistorio.
La obra afectará a toda una manzana ubicada en pleno barrio de Santa Rosa. Se priorizará la conservación y rehabilitación de todos aquellos elementos arquitectónicos y patrimoniales de relevancia, reinterpretándolos para que así trasladen al usuario a la atmósfera de un edificio industrial de principios de siglo. A esa época, concretamente a 1908, se remonta el origen del complejo fabril, cuando el ingeniero José Cort Merita firmó la construcción del primer edificio para la fundición.
Durante más de una década, los más relevantes arquitectos de la época participaron en las sucesivas remodelaciones y ampliaciones, con aportaciones como las de Vicente Pascual, Joaquín Aracil, Rafael Massanet Faus o Timoteo Briet. El resultado fue una imponente manzana donde los estilos predominantes son el Modernista y el Ecléctico.
Dando un salto al siglo XXI, la alianza de arquitectos formada por Ramón Esteve Estudio, VVV Estudio, Isaac Montava y Carlos Sanjuán, ganadores del concurso para la redacción del proyecto. El objetivo de la propuesta arquitectónica es “reconectar Alcoy con su pasado industrial, su arquitectura modernista y su entorno natural”. Para ello, el equipo redactor destaca la “puesta en valor del patrimonio arquitectónico desde una lectura moderna y actual, reinterpretando la arquitectura del conjunto de forma que impulse los nuevos modelos económicos que la ciudad necesita”.
El bloque más importante del futuro parque de Rodes, en el ángulo formado por las calles Salvador Allende y Agres, estará conformado por diferentes naves en las que se asentará un centro de desarrollo empresarial especializado en las nuevas tecnologías y la innovación. Un motor para la dinamización empresarial de la ciudad y del territorio, que además ha sido elegido por Distrito Digital, en su proceso de expansión en la Comunidad Valenciana, para asentar su primera sede fuera de Alicante capital. Las sinergias se completarán con las actividades de investigación y formación centradas en robótica e inteligencia artificial de la mano del campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València.
En segundo lugar, los edificios situados en la parte superior de la calle Agres y los que dan a Vistabella serán transformados para albergar un salón de actos y varias salas multiusos destinadas a acciones de dinamización económica. También se contempla la creación de un centro sociocultural, una biblioteca, una aula de música, un restaurante y una zona de café-ludoteca. Ambos espacios estarán interconectados por la zona verde pública.
JARDÍN EN CLAVE MUSICAL
El proyecto seleccionado para la reconversión de la manzana de Rodes lleva por título KV622, en referencia al Concierto de Clarinete y Orquesta KV622 de Mozart que inspira la ordenación de los diferentes componentes del complejo. Así, la vegetación arbórea se dispondrá mediante un orden musical oculto que sugiere los acordes del segundo movimiento (Adagio) de esta pieza.
INVERSIÓN TOTAL DE 12 MILLONES
En total, el proyecto supone una inversión de 12 millones de euros y se completa con otras dos obras de envergadura. La primera recuperará los dos edificios en altura situados en la calle Tibi, anteriormente destinados a viviendas. En ellos se integrará el centro administrativo y también habrá un área tecnológica y de investigación. En el edificio del número 6 de esta calle, que cuenta con una vivienda en buen estado original, se proyecta instalar una casa-museo donde el visitante podrá conocer la forma de vida de los habitantes de la zona a principios de siglo XX. Las obras que permitirán recuperar estos dos inmuebles, cifradas en 2,3 millones, serán asumidas por la Diputación y el Ayuntamiento.
Completará el proyecto la recuperación del antiguo taller de carruajes diseñado por Timoteo Briet en 1909 y que será la sede del Centro de Desarrollo Turístico de Interior (CDTi) de la Generalitat. Otros 2,1 millones de euros sufragados en su totalidad por la Agencia Valenciana de Turismo y devolverán a la vida uno de los edificios más claramente modernistas de todo el conjunto.