Pública Vs Privada. MARCOS MARTÍNEZ. Concejal No Adscrito
El pasado 4 de junio, en Pleno ordinario, se aprobaba la prórroga del contrato de gestión del agua potable de nuestra ciudad, contrato que data del año 2000, y que, con esta, alargará su vigencia en dos años más. Como siempre, estos temas llevan una cierta polémica asociada, sobre todo marcada por las distintas corrientes políticas.
Vaya por delante que para llevar a cabo un estudio detenido, concienzudo, aplicar mecanismos de participación, ver la viabilidad económica, social y administrativa y decidir el modelo de gestión adecuado, era inevitable prorrogar el contrato de gestión del agua existente hasta la fecha. La otra opción era operar al margen de la ley y sin un amparo jurídico. Cabe recordar que el vigente contrato de recogida de residuos urbanos tardó años en plasmarse en un documento.
Dicho esto, es cierto que el Gobierno ha dispuesto de tiempo para poder preparar un borrador al respecto, pero también lo es que se le pidió que se estudiara la posibilidad de revertir el sistema de gestión del agua potable en nuestra ciudad. A día de hoy disponemos de un informe técnico-económico, además del asesoramiento jurídico, en el que basarnos a la hora de elegir un nuevo sistema de gestión y/o confeccionar las bases que rijan dicha gestión.
Si bien es cierto que existe una corriente amplia interesada en una remunicipalización del servicio, no es menos cierto que habrá que tener en cuenta aspectos como la capacidad económica de nuestro Ayuntamiento, la viabilidad económica y administrativa necesaria, cumplir con todos aquellos aspectos a los que nos obligue la ley vigente y velar por los intereses generales de los alcoyanos.
No se trata de preferir uno u otro sistema, o de estar más cercano ideológicamente a un modelo de gestión, sino de analizar cuál es el más rentable para nuestra ciudad, cuál aportará un mejor y mayor servicio, y cuál es capaz de asumir, además, esta Administración Local. No estoy ni a favor ni en contra de ninguna de las dos opciones, estaré a favor de aquella que mejor represente los intereses de los alcoyanos y que no agrave, más si cabe, la mala situación económico-administrativa que sufre nuestra ciudad. Hablamos de una inversión de 5.000.000 € durante los 5 primeros años, y posiblemente más del doble en un período de 20 años.
¿Lo público es bueno porque sí? ¿Es malo lo privado porque sí? En ambos casos es necesario el control, control y control. Nada es bueno o malo por sí mismo, es buena o mala la gestión que se lleve a cabo, y eso sí es una asignatura pendiente de este Gobierno, tanto en el tema del agua, como en otros grandes contratos que gestiona. Lo primero que tendremos que hacer es establecer los mecanismos adecuados para garantizar que se cumplan todos y cada uno de los términos reflejados en el pliego de condiciones, tanto si es público como si es privado. Esto es lo esencial para un correcto funcionamiento y no el modelo de gestión, aunque para gustos, colores. Lo más sensato sería decidirlo por convicción y viabilidad y no por doctrina.
Nuestro servicio de gestión del agua potable necesita de una gran inversión para poder renovar, actualizar y optimizar toda la infraestructura de la red, inversión que, a día de hoy, es bastante improbable que este Ayuntamiento pudiera asumir, además de los soportes informáticos, equipamientos y trabajadores a cargo del consistorio. Algo importante a la hora de valorar.
Otro punto importante, es la necesidad de contar con procesos participativos bien estructurados, donde se tenga acceso a toda la documentación y se trabaje con todos los datos sobre la mesa. La transparencia es fundamental, sobre todo porque no solo es una cuestión del gobierno de turno, sino porque afectará a futuros gobiernos, y sobre todo, afectará directamente y durante un extenso período de tiempo, a toda la ciudadanía.
¿Realmente la cuestión es PÚBLICA Vs PRIVADA? ¿O es MALA GESTIÓN Vs TRABAJO BIEN HECHO?