Prevén aprobar en febrero la nueva ordenanza de peatonalización del Centro

Alcoy ha encarado la recta final del proceso de revisión de la ordenanza de peatonalización, que recordemos se está volviendo a elaborar para tratar de consensuar con vecinos y comerciantes aquellas cuestiones que generaron mayor contestación cuando se puso en marcha la primera experiencia de peatonalización del Centro. Conviene recordar que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) declaró nula, a finales del verano de 2023, la ordenanza que el consistorio aprobó en febrero de 2021.
Después de aquello, el proceso administrativo para la tramitación de la nueva ordenanza ha seguido su curso, de forma que el pasado verano se llevó a cabo una consulta pública previa, incluyendo diferentes documentos técnicos para fundamentar los objetivos de la peatonalización, como también los preceptivos estudios de movilidad y tráfico. Se trata, según explica el concejal de Movilidad, de dar “todos los pasos pertinentes para ajustarnos a la legalidad” y que “no vuelva a ocurrir lo que nos ocurrió la anterior vez”, que por no seguir “escrupulosamente” el proceso participativo, el alto tribunal terminó tumbando la ordenanza.
En este caso, se han resuelto las alegaciones presentadas a esta consulta pública previa y lo próximo será llevar el documento al pleno municipal para proceder a su aprobación provisional, seguido de una nueva consulta ciudadana durante 30 días. Jordi Martínez prevé que este nuevo trámite se pueda hacer efectivo el próximo mes de febrero.
Una vez resueltas las alegaciones que pudieran presentarse, sería el pleno nuevamente el órgano encargado de la aprobación definitiva de la ordenanza, con lo que de no haber imprevistos, la nueva peatonalización podría entrar en vigor en la primavera de este año. No obstante, “no nos marcamos una fecha límite porque lo más importante ahora es dar voz a todas las personas y entidades para lograr tener una ordenanza con el mayor consenso posible”, incide Martínez.

Incompatibilidad de intereses
En las sucesivas reuniones con los agentes implicados, se ha resuelto que se da una incompatibilidad entre la pretendida libertad de paso y de horarios, sin ningún tipo de restricción, para los vecinos, con la colocación de terrazas por parte de los hosteleros.
La solución acordada entre varias posibles ha sido la de dar libertad horaria y de circulación a los vecinos, pero ciñéndose siempre a un itinerario marcado, lo que facilitará que puedan acceder a la zona peatonal con su vehículo a cualquier hora, pero sin posibilidad de transitar por todas las calles, sino siguiendo el recorrido que se le indique según la ubicación de su domicilio.