Preocupación en Banyeres por la masificación en el Molí l’Ombria
Se ha prohibido el baño y se ha incrementado el control policial
La zona de acampada del Molí l’Ombria de Banyeres está siendo objeto de preocupación en los últimos meses dado el incremento de visitantes que ha experimentado, sobre todo desde que se permitió el tránsito de personas tras la supresión del estado de alarma y la evidencia del poco uso que se hace de la mascarilla.
La situación ha motivado que el equipo de gobierno haya tenido que dotar al lugar de más personal para ejercer el control de accesos, que se haya decretado la prohibición de poder bañarse en el río, y que se requiera mayor control por parte de la Policía Local, que patrulla este espacio en distintos momentos del día, máxime cuando algún usuario ha requerido en alguna ocasión la presencia de los agentes al observar el incumplimiento de las normas básicas. De hecho, desde el grupo municipal del PP llegó a plantearse que se dotase a la zona de vigilancia de seguridad.
La concejalía delegada de la zona de acampada refirió que, a las medidas anteriormente enunciadas, se habían sumado otras, como proporcionar un adhesivo a las personas que han pagado la entrada y se les ha autorizado el acceso, de forma que resulte más fácil controlar este extremo, y reducir el número de personas que “se cuelan” a través de caminos colindantes.
Respecto a la prohibición de bañarse en el río, explicó que se había consultado sobre este extremo a la Confederación Hidrográfica del Júcar, desde donde se recomendó prohibir el baño al tratarse de aguas “no tratadas”, reconociendo que el veto al baño ha contribuido a que acuda mucha menos gente.