Óscar Giner tiene el sueño de ser como Néstor Abad
El joven quiere formar parte del programa de gimnastas becados que a diario entrena en el CAR
Óscar Giner podría ser como cualquier niño inquieto que los fines de semana disfruta haciendo deporte con sus amigos de clase o sus compañeros de equipo. Le gusta mucho el fútbol y posiblemente el denominado deporte rey ahora tendría un futuro Jorge Molina. Sin embargo, hace siete años, decidió emprender un camino diferente al de la mayoría de niños de su edad y dedicarse a la gimnasia artística.
Desde bien pronto demostró poseer unas cualidades especiales para practicar uno de los deportes más sacrificados y exigentes que existen. De inmediato llegaron las medallas, primero a nivel provincial, después autonómico y luego nacionales, donde consiguió subir varias veces a un podio en el Campeonato de España de su categoría. Hace un año, viendo que su aprendizaje superaba las expectativas iniciales, decidió abandonar el club donde se inició y logró sus primeros éxitos deportivos, el CGA L’Esport Alcoi a las órdenes de Simoni Fernández y Montse Sirera, para ponerse a las órdenes del exseleccionador nacional absoluto, Álvaro Montesinos, y fichar por el Antares de Valencia.
Como integrante del grupo de tecnificación de la Comunidad Valenciana su capacidad de mejoría sigue sin tener límites. Los resultados en el último Autonómico de artística así lo ponen de manifiesto tras proclamarse subcampeón en Vía Olímpica 7, la máxima para su edad, que es 13 años. Además de terminar segundo de la general, por aparatos logró ser subcampeón en anillas y barra fija y acabó tercero en paralelas, potro con arcos, suelo y salto, consiguiendo de paso el billete para disputar el Nacional de principios de diciembre que se celebra en Valladolid.
Un palmarés que no deja de crecer con un coste no solo personal, también familiar, ya que a diario debe hacer el trayecto, primero de ida y luego de vuelta, desde Cocentaina a Valencia para entrenar, de lunes a viernes de 16 a 20 horas y los sábados de 9 a 14 horas.
Un enorme sacrificio por un sueño, llamar la atención de los técnicos de la Federación Española y pasar a formar parte del programa de gimnastas becados que a diario entrena en el CAR, el templo de la artística nacional, donde se encontraría con su ídelo, el alcoyano Néstor Abad, uno de los referentes de este deporte a nivel mundial.