Omar Ramos: “Me queda mucho fútbol por dar”
El tinerfeño es el fichaje más importante en mucho tiempo
Ese tren de alta velocidad que ahora mismo es el Deportivo, es capaz de relevar a un segundo plano cuestiones tan destacadas de la actualidad blanquiazul como el fichaje de Omar Ramos, la incorporación más importante que ha realizado el club en mucho tiempo con más de 300 partidos en el fútbol profesional, entre Primera y Segunda División.
Su llegada fuera de plazo, en una semana en la que el equipo venía de ganar en casa del líder Ibiza y en el horizonte estaba el partido contra el Villarreal B, hizo que su fichaje apenas tuviera la trascendencia que merecía un futbolista de su historial, que ha sido un par de veces internacional Sub’21 y que ha jugado en Primera en clubes tan diferentes como Tenerife, Valladolid o Leganés.
Ahora con 33 años, estaba sin equipo desde el verano, cuando rescindió en el Ponferradina. Los mejores momentos de este fino jugador de banda, de 1,74 de altura, coincidieron con dos ascensos a Primera División, uno con el equipo de su tierra, el Tenerife, y otro con el Leganés, en la etapa quizás más feliz de su carrera, de la mano de un ex del Alcoyano, el técnico Asier Garitano, con el que se entendió a las mil maravillas.
En el Deportivo se estrenará en Segunda B. No exactamente es así, puesto que en el Tenerife fue cedido al Lleida, pero llegó con 18 años y apenas jugó, por lo que para él no cuenta. Su fichaje se lo toma como un reto. Quiere sentirse otra vez futbolista tras dos años donde ha jugado poco. “Hubiera podido irme al extranjero, tuve ofertas muy interesantes, también hubo algo con clubes de Segunda División, pero el Alcoyano me ha ofrecido la posibilidad de reencontrarme como jugador. Quiero sentirme otra vez útil. Para estar cómodo me hubiera vuelto a Tenerife, allí tenía varias opciones, pero no me lo habría perdonado”.
Omar Ramos ha fichado para lo que resta de temporada con opción a otra campaña más por objetivos, bien por partidos disputados o por ascenso. “Creo que aún me queda mucho fútbol por dar. Sé que a mi edad será difícil volver a donde hace poco estuve, pero la Segunda B es una categoría atractiva, muy competitiva y donde puedo volver a disfrutar.
Al final es salir a competir, no importa la categoría. Ya viví lo que significa sufrir para seguir en Primera, luego lo complicado que es subir de Segunda a Primera y ahora me toca jugar en Segunda B, donde hay una igualdad tremenda y nada es fácil para ningún jugador”.
El tinerfeño sabe que llega a un equipo que viaja en alta velocidad y donde será difícil ganarse un sitio. “Sé que no lo tendré fácil aunque asumo el reto. Vengo con la intención de ser uno más y ayudar al equipo. Físicamente estoy bien, no he parado de entrenar desde el verano, aunque lógicamente me falta ritmo competitivo”, confiesa.
Recuerda que su única visita al Collao fue con el Huesca con ambos equipos en Segunda División. Omar Ramos recuerda que en su etapa en el Leganés vivió una experiencia similar a la que se encuentra inmersa el Alcoyano esta temporada. “Se hizo una plantilla pensando en la permanencia y acabamos subiendo a Primera. Fue increíble. Los objetivos pueden cambiar, lo mismo puede pasar esta temporada en el Alcoyano que comenzó la liga siendo un recién ascendido de Tercera y puede acabar subiendo a otra categoría. Nuestro reto debe ser ese, acabar esta fase entre los tres primeros y la próxima temporada jugar en la Segunda B Pro”.
El tinerfeño es un futbolista que se ajusta a los parámetros de la vieja escuela canaria, de buen trato con el balón y diferencial a la hora de dar el último pase. “Siempre he jugado en banda izquierda pero cuando llegué al Leganés me pusieron en la derecha, a pierna cambiada. Los tres mejores años de mi carrera los viví con Asier Garitano de técnico. Son ya cinco temporadas jugando en la derecha. Me da igual donde me ponga el míster, es verdad que en los últimos años me ha dado mucha vida el último pase”.