Ocho años de chapuzas en la Beniata
Los concejales del gobierno municipal deberían elegir, a modo de patrona o de ángel de la guarda, a alguna abuela. Si no tienes abuela que te alabe tienes el riesgo, como le ha pasado a la nueva concejala de Urbanismo, Vanessa Moltó, de hacer el ridículo elogiándote tú mismo. La consecuencia de no tener abuela. Vanesa, buena gestora pero pésima comunicadora, ha declarado que “para el gobierno municipal el proyecto de reparar la ladera de la Beniata era necesario y urgente y no podíamos esperar a los plazos que marcaba la UPV como propietaria de los terrenos”. ¿Necesario, urgente…? ¿En serio? pero si desde 2015 van dándole vueltas a la peonza… Un año después del último desprendimiento, el 7 abril de 2022, consiguieron contratar las obras urgentes y necesarias. Unos desprendimientos que ya se habían registrado en enero de 2017 y abril de 2015. Tres deslizamientos de la ladera y ocho años transcurridos y hoy todavía estamos con una solución provisional y sin que se sepa quién va a pagar las obras, ni cómo ni cuándo. O sea lo que se conoce como una soberana chapuza, que la concejala de Urbanismo califica de “urgente, necesario y que no podían esperar a los plazos de la UPV” que igual querían contratar una brigada de egipcios expertos en pirámides. Los dioses nos libren de una Vanessa Moltó sin prisas y relajada. No han tenido abuela, pero si tres concejales más en el tema: Jordi Martínez, Manolo Gomicia y Natxo Gómez y ninguno resolvió el problema.
La franja deslizante de la Beniata fue incluida en 2016 en un proyecto chachi-guai del nuevo vocabulario municipal: EDUSI, que sería “un nodo de innovación transformador de la ciudad, Alcoidemà, en un eje vertebrador entre la plaza Al Azraq, la manzana de Rodes, la Beniata (entonces Ceres), y el campus que forman la Politécnica y el Conservatorio. Toma del frasco. Se quedaron fuera Caperucita Roja y los siete enanitos. Una historia pendiente.
En dos ocasiones, en enero de 2017 y septiembre de 2022, se anunció la instalación de sensores para prevenir deslizamientos. Esperemos que cambien de marca de sensores a la vista de su efectividad.
A quien me gustaría verle hoy la cara es a Elisa Guillem, de Compromís, ahora en el gobierno, que en abril de 2022, cuando estaba en la oposición, tras el tercer derrumbe de la ladera calificó al PSOE de “incapacidad para resolver problemas e irresponsable”.
Personalmente lo que más risa me da es releer declaraciones de Pepe Sanus y Toni Francés, cada uno en su momento temporal, explicando la importancia de actuar en la franja de la Beniata, antigua fábrica de Maquinarias Ceres, para dignificar el acceso a la ciudad. Fue en los años 70 del siglo XX cuando aquella zona fue cerrada, abandonada y comenzó su deterioro y derrumbe. Y ahí está, como modelo de chapuza y de cómo no se dignifica el acceso a una ciudad.
Los recortes de prensa y el copia y pega en foros y redes sociales va que chuta estos días desde que se supo que Alfredo Rizo, el coordinador de la campaña “el Hospital se muere”, en el Verge dels Lliris, lamentable eslogan para defender la sanidad pública pero muy aplaudido por la medicina privada, va a ser el nuevo gerente del Área de Salud. Su estigma será la duda de si le han dado el cargo como premio. Suponemos que Rizo habrá dimitido ya de coordinador de la plataforma de seguimiento de las actuaciones de mejora en el Hospital. Si mantiene su versión beligerante y exigente, poco futuro político se le ve al señor Rizo. Aunque nunca se sabe…
Parece haber satisfacción por la ampliación del párking del Hospital que se está llevando a cabo gracias a la inclusión de estas obras en el presupuesto participativo de la Generalitat y por iniciativa de la Asociación de Vecinos de Santa Rosa/La Mistera. Pasarán de 102 a 192 plazas. No le veo la satisfacción a que un servicio tan elemental y obvio tenga que ser atendido no por la actitud o la gestión de nuestros políticos, sino por la tómbola de unos presupuestos participativos.
Aunque mucho peor es que se consiga dinero para rehabilitar y acondicionar el Teatro Principal por el mismo sistema y el desbordante interés de nuestros munícipes haya condenado al ostracismo el proyecto. En invierno, para las funciones del Tirisiti, no olviden volver a llevar bien abrigados a los pequeños. Seguirá, un año más, sin funcionar la calefacción. Y así llevamos cinco.
Desde que se celebraron las elecciones municipales el 28 de mayo da la sensación de que el Ayuntamiento todavía está en funciones. No hay prisa por arrancar. Las vacaciones son sagradas y más si están bien pagadas. ¿Hay alguien en Plaza España nº1? Para poner en marcha la página de transparencia todavía no. Los portavoces del PP y de Vox no han podido aún ni colocar sus fotos en el portal de transparencia. Siguen faltando datos tres meses después.
Nos riñen porque nuestra falta de cuidado en el reciclaje de las basuras va a costar al Ayuntamiento 216.000 euros más. Falso. El incremento es porque el gobierno central ha generado un nuevo impuesto. El ciudadano no tiene la culpa. En lugar del reproche cabría escuchar qué medidas se adoptarán para que la empresa de la basura disminuya su factura de 4’52 millones.