“Mi premio es saber que he podido ayudar a gente de mi gremio”

Toda una vida dedicada al comercio de proximidad, y también a su defensa y al asociacionismo, que se ha visto reconocida recientemente en una gala celebrada en el Círculo Industrial.

Rafael Pérez, presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio y Afines de Alcoy (ACECA) desde hace 27 años, recibió un reconocimiento en la IV Gala de los Premios FACPYME (Federación de Comercio de la Pequeña y Mediana Empresa de la Provincia de Alicante) por su larga trayectoria vinculada al desarrollo comercial y empresarial.

Pérez lleva 38 años vinculado al asociacionismo. Estuvo un año de presidente de Alcoy Centro, 20 años vinculado con la Cámara de Comercio de Alcoy, 8 años de vicepresidente de FACPYME –de la que es socio fundador– y otros ocho en Confecomerç (Confederación de Comercio de Alicante, Castellón y Valencia), a la par que lleva 27 años al frente de ACECA. Asimismo, ha formado parte del Observatorio de Comercio, gestionado por la Generalitat Valenciana.

– ¿Qué supone el reconocimiento recibido?
– Fue una sorpresa brutal, no me lo esperaba para nada.

Hay una anécdota sobre esta gala. Unos días antes, la Directora general de Comercio, María Isabel Sáez, me envió un mensaje diciéndome que no podía asistir, pero justo un día antes, me contactó de nuevo y me dijo que ese día quería estar conmigo, pero yo no le encontraba mucho sentido, y le contesté que to no iba a tener ningún premio.

Los premios se dieron antes de la comida, y una vez que acabamos de comer, Carlos Baño, presidente de FACPYME, se dirigió a todos diciendo que tenía que hablar de una persona que había trabajado mucho, y de repente le oigo decir: ‘Rafa, dónde estás, que no te veo’. Yo estaba bebiendo y me atraganté.

Subí a la tarima, le di un abrazo, las gracias y le comenté que no me lo esperaba, su respuesta fue: ‘De eso se trataba’.

Me emocionó mucho que mis compañeros de FACPYME me acompañaran, me saludaran y me dieran la enhorabuena, y también gente de Alcoy. En ese momento pensé: ‘He hecho algo bien’.

Yo no hago las cosas por ‘postureo’, como decía Santa Teresa de Jesús: ‘El que no sirve para servir, no sirve para vivir’. Es una frase que me gusta mucho, y siempre he tenido vocación de servicio, de poder ayudar en lo que sea, a quien sea y cuando sea.

El hecho de estar tantos años en esto, de que cualquier persona me haya dicho, gracias a ti pude conseguir algo…con eso para mí es suficiente satisfacción.

Mi premio es ese, es saber que he podido ayudar a gente de mi gremio.

Hay amigos y familiares que me preguntan por qué estoy en todo esto si no cobro. Es cierto, no cobro, incluso a veces me cuesta dinero, pero yo estoy haciendo un máster todos los años. He aprendido mucho de la gente que está en estos órganos, he sido una esponja de todos ellos y eso me aporta mucha riqueza.

– ¿Qué representa esta distinción?
– Lo más importante es que este premio no es solo para mi, es que es el reflejo de toda la gente que ha estado conmigo, ayudándome y trabajando, en todos estos años.

El premio es de toda aquella gente que ha pasado por la junta de ACECA, de los buenos porque me han enseñado, y de los malos, porque me han mostrado lo que no se debe hacer. Creo que es un orgullo para Alcoy, y en ese momento, la primera persona en la que pensé fue mi padre.

– En la tienda tiene la placa que recibió, ¿qué significado tiene?
– No es la propia placa, es todo lo que hay detrás, todo lo que he aprendido y lo que me falta, porque en este tipo de negocio te das cuenta de que nunca sabes suficiente y que te falta ese punto para poder conocer otras cosas.

Trabajar con la gente, empatizar, escuchar, dar servicio a la gente, es una de las cosas más bonitas que hay.

– Además de todo el trabajo de asociacionismo, es la tercera generación de comerciantes en su familia y está al frente de Selecciones Rafael desde hace muchos años.
– Este comercio cumplirá el año que viene 55 años en la misma ubicación.

Vengo de una tradición, de la tercera generación, que el próximo 2025 cumplirá 100 años. Mi abuela ya era comerciante y mi padre, Rafael, también. Él montó esta tienda y cuando yo era joven, me pidió que viniese a ayudarle. Por las mañanas estaba aquí aprendiendo y por las tardes estudiaba. Unos años más tarde empecé a dedicarme íntegramente a la empresa.

El tema generacional es un problema importante ahora mismo. Desde la administración hay pocas ayudas y no hay facilidades. Por parte de las Cámaras hay cursos formativos, pero la gente no quiere el tema del comercio.

Puede leer la entrevista completa en El Nostre del viernes 1 de noviembre de 2024.