Mateu Lahoz pisó la tierra para hacer entender el arbitraje

L ’ex árbitro valenciano, fue el protagonista de uno de los actos de la semana del Deporte en 3D. Congregó a numeroso público y no decepcionó a nadie

Mateu Lahoz pisó la tierra para hacer comprender el arbitraje
Mateu Lahoz, el miércoles durante el acto que protagonizó en el Ágora. QUIQUE REIG

Mateu Lahoz, el árbitro más próximo en la élite de nuestro fútbol y con una experiencia internacional al más alto nivel, pisó la tierra el pasado miércoles. Lo hizo para llevar al Ágora esa proximidad con los jugadores que le ha caracterizado y esa singularidad en la hora de arbitrar que hemos visto a través en cada una de sus intervenciones. Mateu estuvo en Alcoy para participar en uno de los actos previos del Deporte en 3D y congregó a una multitud que llenó, casi por completo, el citado espacio. Le acompañó, como no, Rubén Porras, el alcoyano que ha sido su #asistente en las últimas temporadas y el artífice que el ex árbitro internacional participara en este encuentro con el deporte alcoyano.
El valenciano volvió a demostrar que es especial y cuando todos esperaban una conferencia hablando del arbitraje y sus experiencias en el mundo del fútbol, sorprendió pidiendo a la audiencia que le preguntara todo aquello que quería saber sobre él y sus largos años de fútbol.

Vivencias y opiniones
Así contó vivencias y mostró su opinión sobre determinados aspectos relacionados con el arbitraje. Confesó que su verdadera ilusión era jugar a fútbol “pero me di cuenta que no era bastante bueno para ello”. Instó a que en las escuelas de fútbol los jugadores realizan regularmente también labores de arbitraje en los entrenamientos, y así “comprender mejor la figura del árbitro”. Y pidió educación en los campos de juego, en los grandes estadios y en los campos de categorías inferiores. “Si alguien lanza un improperio a un colegiado, el que estamos haciendo es maleducar a los jóvenes que acuden a los estadios o están disputando un partido”, apuntó.
Le preguntaron cómo se soporta la presión en los grandes partidos y contestó que “con normalidad. Disfrutando de esos momentos. Porque ese es también el momento de un árbitro. Si todo va bien, disfrutarás de ese partido. Y si sucede el contrario, uno no puede obsesionarse. Cada partido hay que disfrutarlo cómo si fuera el último, añadió.
Y es que, remarcó, los colegiados “convivimos con el error” de manera permanente. Y se preguntó: “¿cómo podemos pedir que un asistente que no se equivoque en un fuera de juego si está solo?”. Y visualizó la dificultad utilizando a Rubén Porras, su asistente, y a dos de las personas que acudieron al acto. “Es imposible que el linier vea si, en el justo momento en el cual un jugador centra la pelota, la rodilla del delantero está ligeramente avanzada en la otra banda del terreno de juego”.
Le preguntaron a Mateu Lahoz por una jugada no exenta de polémica en un Países Bajos-Argentina y que bien pudo acabar con algún jugador expulsado. “Hay momentos en los cuales las decisiones tienen una parte objetiva y otra subjetiva”. Y en esta ocasión, admitió, fue prudente al no enviar a vestuarios a algún jugador que, quizás, lo merecía.
El árbitro valenciano, ahora comentarista de televisión, gustó por su manera de ser y expresarse ante la audiencia. Mostró en sus palabras ser un apasionado del fútbol, un deporte que calificó “como el más importante de los menos importante”. Pues eso. Así es Mateu Lahoz.

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