Martínez advierte que el Centro histórico puede entrar en «parálisis, ante tanta exigencia»
El Ayuntamiento trabaja para responder a los requerimientos de Cultura tras iniciar un expediente sancionador por la obra de Sant Francesc
La Conselleria de Cultura ha abierto un expediente sancionador a Alcoy por las obras de remodelación de Sant Francesc y la plaza Ramón y Cajal, a raíz de la denuncia hecha pública por el PP por supuestamente incumplir la ley de Patrimonio. “Las actuaciones de la conselleria están dirigidas a concretar los hechos, identificar a los responsables y determinar las circunstancias relevantes del caso. Con esa finalidad ha reclamado al Ayuntamiento que remita la información pendiente de aportar desde el pasado mes de septiembre, cuando hizo el primer requerimiento”, ha concretado el portavoz popular, Quique Ruiz, que compareció esta semana para informar sobre el inicio de este expediente.
Cabe recordar que la denuncia del PP se centraba en poner de manifiesto que estas obras fueron “consumadas sin haber obtenido la previa y preceptiva autorización” de Cultura que exige la Ley de Patrimonio Valenciano por ejecutarse en un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. Por ello, Cultura va a investigar la posible comisión de una infracción grave y otra leve contra el patrimonio.
La investigación, por tanto, deberá resolver si legaliza la intervención del Ayuntamiento u obliga a deshacer la obra para “restaurar los valores patrimoniales afectados”, remarcaba esta semana Ruiz, mientras por parte del gobierno municipal se argumenta que recientemente han mantenido una reunión con Cultura para tratar de responder a todos los requerimientos administrativos.
Estas mismas fuentes han señalado que los departamentos técnicos correspondientes están recopilando toda la información y en breve dispondrán de los informes definitivos que justifiquen las actuaciones “en base a la mejora de calles evitando su degradación, la mejora de la accesibilidad y por qué los distintos departamentos técnicos entienden que los materiales no afectan a la transcendencia patrimonial de la ciudad”, aclaran.
Con todo, el concejal responsable de las obras, Jordi Martínez, advierte que el hecho de que el Centro histórico goce de especial protección, puede convertirse en un arma de doble filo. “Debemos adaptar esta situación a las distintas circunstancias para evitar que el propio casco histórico, ante tantas exigencias, caiga en el colapso”, incluso entrar en “parálisis” por culpa de la excesiva burocracia administrativa.
En este sentido, cabe resaltar que se anunció la elaboración de un plan integral de protección del Centro histórico, de cara a evitar que surjan problemas a la hora de ejecutar cualquier intervención que a priori se considere sin trascendencia patrimonial.