Mariola y Christian tuvieron que cancelar su boda un día antes
La crisis del coronavirus ha dado al traste con los planes de muchos ciudadanos. Pero pocas cancelaciones pueden quedar tan grabadas en la memoria como la protagonizada por la pareja formada por Mariola Cortés y Christian Ferrándiz, que el pasado fin de semana se quedaban a las puertas de celebrar su enlace matrimonial, previsto para el sábado 14 de marzo.
Para Mariola y Christian todo empezaba a torcerse a mediados de la semana pasada. El miércoles por la tarde, cuando estos jóvenes alcoyanos ultimaban los detalles de la ceremonia, empezaron a recibir malas noticias de los invitados procedentes de Madrid, Barcelona o Valencia, que en esto de la propagación del Covid-19 nos llevaban unos días de ventaja. “La gente que venía de fuera nos llamaba diciendo que no venía por precaución”, recuerda Mariola.
Al día siguiente, jueves 12 de marzo, les suspenden el viaje de novios que tenían previsto por Estados Unidos, y a partir de entonces los hechos y las novedades en torno a la crisis del coronavirus empiezan a sucederse con rapidez, y la situación cambia radicalmente en cuestión de horas. “Nos reunimos con la gente del Savoy y decidimos continuar adelante, pero a partir del comunicado del Ayuntamiento adoptando las primeras medidas, los invitados empezaron a llamarnos diciendo que no iban a asistir a la boda. Yo no podía parar de llorar”, confiesa la novia.
Finalmente, y antes incluso de decretar el cierre de restaurantes y salones de eventos, la pareja tomó la decisión de aplazar el enlace. Se casaron, pero solo en el Ayuntamiento y ante un número reducido de familiares, ya que empezaban las primeras restricciones.
Pero en el caso de la ceremonia civil y el posterior banquete, no pudo ser. “Al final pensamos que era lo mejor”, asegura Christian, quien reconoce que “han sido días muy duros” pero la respuesta de la gente, incluso de los “proveedores”, añade Mariola, ha sido “reconfortante” y estamos “contentos” de la decisión tomada. “No queríamos una fiesta a medias, había que mirar por todos un poco, hubiéramos estado condicionados por el tema del coronavirus”, destaca la pareja.
Ahora, una vez pasado el disgusto inicial, creen que a lo mejor tienen que esperar otro año para celebrar la boda, pero miran al futuro con optimismo y pensando en que dentro de unos años podrán contar la anécdota que les llevó a cancelar su boda y a pasar una luna de miel encerrados en casa durante quince días, de momento.
Foto: La pareja muestra los anillos que se pudo intercambiar, a pesar de todo