‘Los milagros del desprecio’, de Lope de Vega, en el Centro Cultural de Alcoy
Doce personajes en escena, ataviados al más puro estilo palaciego del S.XVII, versarán los dichos con vocalización exquisita para que el respetable no se pierda ni un solo ripio de lo que Lope de Vega pergeñó, allá por el año 1620, en plena apoteosis creativa de este prolífico autor. “El problema máximo de este tipo de montajes, explica Ximo Llorens, es mantener la atención del público; porque esta poesía de Lope de Vega hay que decirla muy clara y muy bien dicha”. “Hay palabras, frases y expresiones que han caído en desuso, sigue el director, pero por los gestos y las acciones que las acompañan, se entenderá por contexto. El actor tiene aquí un doble mérito: primero conocer su significado para poder decirlo de modo que lo capte el espectador”.
Los “milagros” se producirán los viernes 8 y 15 de noviembre a las 20.30h y el sábado 9, a las 19.30h en el Centro Cultural de Alcoy.
Ximo Llorens se atreve a subir a las tablas los versos en castellano antiguo, que en rima sublime, despreciarán al sexo opuesto para intentar justo lo contrario: conquistarlo. Esto que parece una contradicción en sí misma, es “el milagro” de esta comedia clásica, que genera un enredo de tal magnitud, que solo Lope de Vega con su grácil pluma es capaz de desenredar.
“Siempre es osado atreverse con un clásico monumental, escribe el director en el programa de mano, pero más osado es, si cabe, en un grupo aficionado, que aún consciente de sus limitaciones se pone en esa faena. Así pues, pardiez, con toda la humildad y el mayor de los respetos, presentamos esta joya en verso, con el propósito y la intención de acercarles a ustedes a Don Félix Lope de Vega, fénix de los ingenios, monstruo de la creación”.
Doña Juana de la Cerda, una noble madrileña, detesta a los hombres. Cuantos más pretendientes la rondan, más los aborrece. Hasta tal punto los desprecia, que estaría dispuesta a cortarse las venas antes que caer rendida a un amor apasionado. Pero el criado de uno de sus admiradores, no se amilana ante tamaño desprecio. El criado Hernando está dispuesto a conseguir que la noble caiga rendida a los pies de su señor, don Pedro Girón, “que está a punto de enloquecer por el tirano proceder de la Cerda inquisidora”. Y dando instrucciones a su señor, para ganarse su favor, debe tratarla éste con desprecio, para verse el milagro, de conseguir su aprecio.
Foto: Imagen de uno de los ensayos de Bolos Teatre | XAVI TEROL