Los expertos aconsejan transmitir tranquilidad a los niños en las salidas

Los menores de 14 años podrán acudir a dar un paseo junto a un progenitor a partir del día 26 de abril, y ¿ahora qué?. “Llegado el momento surge el miedo y la incertidumbre al respecto, pero no hay que hacer otra cosa que seguir las pautas marcadas por nuestro Gobierno en cuanto a cómo realizar las salidas y hacer uso del sentido común y de nuestra responsabilidad como padres, para además conseguir optimizar la salud mental de los más pequeños”, recomienda María Pérez, psicóloga especialista en psicopatología y salud.

“Los niños necesitan tomar algo el aire y el sol, mirar en la distancia, pasear y correr un poco, si se prolongase el confinamiento total durante más tiempo podrían empezar a aparecer problemas cognitivos, emocionales e incluso de obesidad”, advierte la terapeuta en relación al miedo que manifiestan algunos padres a la hora de sacar a la calle a sus hijos planteándose, incluso, abstenerse de hacerlo a partir de mañana.

Sobre los efectos psicológicos derivados del confinamiento más comunes en niños, María Pérez destaca “irritabilidad, nerviosismo, preocupaciones exageradas, pesadillas y miedo sobre los efectos del virus. Hasta pudieran aparecer manifestaciones físicas, reflejas de su malestar emocional, dolores de tripa o de cabeza, ante la dificultad de poder explicar lo que les sucede”. En el caso de existir niños que presentaran claros signos de ansiedad, la psicóloga aconseja no esperar a que pase el estado de alarma, “se puede hacer uso de profesionales que siguen trabajando”.

De modo que la terapeuta insta a los padres a “aprovechar” la medida del Gobierno y pasear al aire libre con sus hijos. Eso sí, considera conveniente “concienciar previamente a los niños de cómo va a ser esta salida, que no va a ser la habitual, la que nos lleva a relacionarnos; hay que darles pautas a los niños que puedan entenderlo, que no podrán jugar con otros niños, ni acercarse a ellos, ni tocar barandillas u otras cosas, por difícil que parezca, anticiparles justo antes de salir puede ayudar mucho. No debemos asustarnos, ni gritar o alarmarnos si tocan algo, hay que mantener la calma, no contribuyamos a aumentar el nerviosismo o sus fobias”, insiste.

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