Los 499 años de devoción por la Mareta plantan cara a la lluvia

Cocentaina volvió a emocionarse ayer al paso de la Mare de Déu del Miracle por sus calles en el día central de las Fiestas Patronales del municipio, una celebración que se desarrolló en el Lunes de Pascua debido a que el 19 de abril cayó este año en Viernes Santo.

El disparo de las 27 salvas en recuerdo del milagro de la Mareta y el volteo general de campanas en todas las iglesias contestanas abrieron una jornada intensa que amaneció gris y ventosa tras los fuertes chubascos registrados en la comarca durante la noche del Domingo de Resurrección así como en la madrugada. Después de este instante se llevaron a cabo la descubierta del Camarín de la Virgen y la Misa Matinal seguida del rezo del Ángelus en la Capilla de San Antonio Abad del Palau Comtal, lugar en el que el icono de la Mare de Déu derramó las veintisiete lágrimas de sangre hace ahora 499 años.

El temporal obligó a suspender el pasacalles de la mañana pero no impidió que el cuadro de la Mare de Déu saliese puntual a las diez del Monasterio de las Clarisas bajo palio y junto al tañido incesante de la conocida como ‘Campaneta de Les Monges’.

La Mare de Déu del Miracle fue depositada en su trono andas al llegar a la parroquia y a continuación, a las puertas del templo, Rubén Cervera Gascó recitó La Súplica ante la mirada atenta de gran cantidad de contestanos que llenaban la Plaza de la Iglesia en un instante en el que dejó de llover e incluso se vio algún rayo de sol.

Foto: Rubén Cervera recitó la Súplica, en el acceso de la parroquia de Santa María. Vicent Soler

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