Las Franciscanas abandonan Muro tras cerca de 140 años de servicio
Una auditoria encargada por el Ayuntamiento revela irregularidades en las cuentas
Las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción se despidieron el pasado miércoles de Muro tras cerca de 140 años prestando servicio a los ancianos, en lo que se conoce como el asilo, así como realizando una destacada labor atendiendo a enfermos, niños o personas sin recursos. Su despedida tuvo lugar en la Ermita de la Virgen de los Desamparados, lugar en el que se ofició una misa solemne y en la que estuvieron presentes buena parte de los sacerdotes del Arciprestazgo del Comtat. Desde la Parroquia de San Juan Bautista de Muro han explicado que esta marcha viene motivada por la falta de vocaciones que sufre actualmente la Congregación y señalan que este ha sido el principal motivo que ha llevado a trasladar a las religiosas.
“Intentamos convencer a la Madre Provincial para que las Hermanas se quedaran en nuestro pueblo, pero fue imposible porque no disponen de recursos suficientes en materia de personal para atender todas las necesidades de la Casa de Muro. Les estamos muy agradecidos por la labor callada, y desinteresada, que han hecho en nuestro pueblo durante tantos años”, señalaba el Párroco; Don Diego Ferrándiz. La marcha de las monjas no ha estado exenta de polémica puesto que en las últimas semanas se ha responsabilizado al alcalde de Muro, en calidad de presidente del patronato que rige la gestión de la residencia geriátrica que regentaban las Hermanas, por haber promovido la marcha de estas.
Precisamente el primer edil indica que encargó una auditoria para conocer de cerca el estado económico del asilo de cara a reportar información a Conselleria ya que de esta dependen los trabajadores o los servicios que se prestan a los 55 usuarios que residen ahora mismo en las instalaciones “y nos encontramos con muchas irregularidades en las cuentas e información que no estaba correcta, lo cual arroja en los últimos años unas pérdidas de más de dos millones de euros no habiendo ninguna deuda pendiente”, explicaba esta el alcalde; Gabriel Tomás.
El mismo alcalde insistía en que llevarán el asunto a fiscalía para que se depuren responsabilidades y avanzaba cuestiones sobre el futuro de la mencionada residencia. “Vamos a poner en macha un plan de viabilidad para garantizar el futuro del centro y trabajaremos para que se estabilicen las cuentas, así como que haya máxima trasparencia en el patronato. Lo más importante ahora es dar continuidad a un geriátrico que siempre ha sido referencia en estas comarcas”, manifestó Tomás. A pesar de la polvareda que se ha alzado, desde el Ejecutivo Municipal murero también han expresado su agradecimiento y consideración a las Franciscanas por toda la actividad desempeñada en su paso por el pueblo.