Las favoritas de los cargos festeros 2024: Un grupo humano especial

Daniela Cano Cantó, Núria Artuñedo Pascual, Pepa Puchades Chuliá y Abril Cano Francés, quienes, como hijas y mujeres de los cargos de las Fiestas de Moros y Cristianos 2024, asumirán el cargo de favoritas.

Aunque comparten un vínculo similar con las fiestas, cada una tiene una historia única. Empezando por las más jóvenes, Daniela y Abril, quienes han sido parte integral de sus respectivas filaes desde su nacimiento, y han crecido en la nueva era de las fiestas en honor a Sant Jordi. Este año, sus padres ocupan los roles de capitán cristiano de los Alcodianos y alférez moro de los Abencerrajes, respectivamente.

Las trayectorias de Pepa, favorita del capitán moro de los Mudéjares, y Núria, del alférez cristiano de los Aragoneses, aunque son diferentes, también comparten similitudes. Ambas siempre han estado vinculadas al mundo festero, aunque su participación se limitaba principalmente a los boatos. Pepa recuerda: “De pequeña salí algunos años en la entrà con los Andaluces, porque me gustaba mucho el traje, pero empecé a salir en los Mudéjares en 1980, cuando me casé. Desde entonces he salido en los Mudéjares, una filá en la que mi familia política tiene mucha tradición familiar. De hecho mis hijos son la quinta generación”. Núria, influenciada por la tradición familiar cuenta: “Yo he sido festera toda mi vida, porque mi padre salía a los Realistas. Fue cuando conocí a Santi cuando me hice aragonesa y, desde que se creó la figura de acompañante, he vestido traje festero”.

LAS PARTICULARIDADES
Los orígenes de ocupar estos roles destacados también tienen sus particularidades. Judit Cantó, mujer del capitán cristiano y madre de Daniela, recuerda cómo surgió la idea de la capitana así: “Nuestro montepío tenía muchas ganas de que Dani fuese el capitán y él también lo tenía en la cabeza. Pero no fue hasta que yo le dije: “serías buen capitán” cuando se lanzó”. Sin embargo, a los meses le vino la sorpresa cuando le comenté que no iba a ser la favorita, pero que le iba a ayudar en todo y que sería dama. Ahí se derrumbó, pero fuimos a Daniela y le propusimos que fuese la favorita, a lo que dijo que sí”. Esta conversación fue antes de la pandemia, cuando Daniela tenía 12 años, y por ello, tampoco recuerda al 100% esos momentos. Sin embargo, ahora con 17, asegura que tiene mucha ilusión de acompañar a su padre como favorita. Núria recuerda el momento de la decisión en la misma línea, sin habérselo planteado: “En 2017, durante una cena con amigos, no paraban de decir: ‘¿Y si Santi fuera el alférez?’ Y me preguntaban constantemente, ‘Nuria, ¿te gustaría que Santi fuera el alférez?’ Al principio, Santi no estaba convencido, pero al final, se decidió. Siempre dice que aceptó el cargo porque mis hijas y yo, además de sus amigos, lo impulsamos a seguir adelante”.

Por su parte, la historia de Pepa comienza mucho antes: “En la filá empezaron a decir que él podría ser el capitán. En el cargo anterior ya tenía algunas dudas y, hace 16 años le dije: ‘Si algún día decides aceptar el cargo y yo no estoy para salir, no se hará, porque yo quiero estar bien estéticamente’. Va pasando el tiempo y sin darte cuenta decides seguir adelante. Mi marido es muy festero, pero siempre me ha dicho que esto lo hace por mí, aunque yo nunca se lo haya pedido. Siempre me dice que si no hubiese estado casado conmigo no lo hubiese hecho. Ha estado muy motivado por la ilusión que veía en mi”. Abril añade: “No me acuerdo mucho del momento exacto en el que me proponen ser favorita, pero como todas explican, de repente surge la idea y se tira hacia adelante. Los amigos de mi padre y la familia hicieron mucho para que se animase, y yo tengo mucha ilusión de acompañarlo”.

El hecho de representar el papel de favoritas de las Fiestas de Moros y Cristianos implica compartir momentos especiales y únicos que solo ellas pueden experimentar, y el vínculo que se forma se convierte en esencial para hacer de esta experiencia algo verdaderamente memorable. Antes de asumir sus cargos, la mayoría de ellas no se conocían, salvo Judit y Núria. Sin embargo, todas coinciden en haber encontrado un grupo humano amable y acogedor, tanto entre las mujeres, que incluyen a la madre del Sant Jordiet y a la pareja del Mossén Torregrosa, como entre los hombres.

Y es que, paralelamente a los actos oficiales a los que han asistido durante su año de cargo, sólo ellas pueden comprender y apoyarse mutuamente en aspectos como la elaboración de trajes, carrozas, detalles e imprevistos. Mar Francés, mujer del alférez de los Abencerrajes, enfatiza: “Es importante saber que no estás sola en estas situaciones, y eso da tranquilidad”.

Puede leer el reportaje completo en la edición impresa de El Nostre Ciutat del sábado 6 de abril de 2024.