Las claves del mercado de ocasión
En coincidencia con la celebración del Salón VO que organizado por IFEMA, tendrá lugar el 5 al 10 de junio en los pabellones de Feria de Madrid, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam, ofrece algunas de las claves de este mercado en el que en el canal profesional está adquiriendo un ascendente protagonismo.
Así lo revela también el éxito de ventas que se producen cada año en este Salón, en el que un 7% de sus visitantes se transforman en compradores. Todo parece indicar que existe una mayor cultura de VO y que, en un contexto económico más favorable, el cliente de VO se ha vuelto más exigente. Y es que adquirir un vehiculo de ocasión se ha convertido en un emblema de compra inteligente por esa relación calidad/precio que puede satisfacer mejor el canal profesional. No en vano, las cifras de ventas de concesionarios y compraventas se han incrementado, en lo que va de año, en más de un 30%, lo que supone multiplicar por seis el ritmo de crecimiento (+5%) de las operaciones entre usuarios privados.
Las tendencias del mercado tambien apuntan hacia una demanda de usados de pocos años. En este sentido, si bien se está recuperando el stock de vehículos jóvenes, no hay todavía oferta suficiente para atender toda la demanda, lo que hace que el valor residual de estos modelos de hasta cinco años haya aumentado, en el último año su precio de reventa alrededor del 10%. La representación de vehículos jóvenes es cada vez mayor (29%, tres puntos más que el año pasado), aunque todavía los vehículos antiguos representan el 57%. Sin embargo, el Salón VO ofrece uno de los más completos escaparates de vehículos jóvenes, ya que la edad media de las unidades expuestas se mueve en el rango del año/año y medio, además del creciente número de automóviles km cero que reúne cada edición.
Alcanzar la madurez del mercado pasa también por fomentar el coche de empresa dentro del mix del mercado; por retirar de la circulación los vehículos más antiguos, lo que implica animar al particular para que cambie de coche con mayor frecuencia, con programas de incentivo al achatarramiento e incluir a los vehículos de ocasión de hasta tres años, lo cual dinamizaría la demanda y favorecería el rejuvenecimiento del parque que se mueve en una edad media de 12 años.