Laos y Malasia en moto pero sin Vespa en pleno estado de alarma

No son buenos tiempos para los aventureros. Bien que lo sabe Emilio Turrión, a quien el estallido de la crisis sanitaria le pilló en la carretera y a miles de kilómetros de su Muro natal, recorriendo la Asia menos turística y más auténtica. “En este viaje quería visitar dos de los pocos países de la zona en los que no he estado. He visitado India, Nepal, Singapur, Birmania, Tailandia, Indonesia, Camboya… El plan era hacer Laos y Vietnam. Laos conseguí recorrerlo todo, la idea era luego ir a Vietnam pero empezaron a ponerse las cosas complicadas. Me dijeron que italianos y españoles no eran muy bien vistos por todo lo que estaba ocurriendo en Europa. Tenía el visado válido para tres meses, estuve tentado de regresar pero surgió la posibilidad de hacer Malasia, pero al quinto día tuve que decidir. Las cosas empezaron a ponerse feas, sobre todo en España y seguir para tener la cabeza más pendiente de casa, por eso decidí regresar. No fue fácil, en Qatar tuve muchos problemas, al final logré solventarlos y pude llegar a España”.

En estas fechas se cumplen justo un año de su última aventura. Fueron 10.000 kilómetros a través del viejo continente europeo hasta llegar a Islandia, el país situado al sur del Círculo Polar Ártico, recorriendo durante dos semanas sus maravillosos paisajes, llenos de pura naturaleza. Un vieja de ida y vuelta en su inseparable Vespa, que esta vez se quedó en casa, tampoco hubo intentos como en el verano de 2018 cuando quiso atravesar Estados Unidos desde Nueva York a Los Ángeles en una Vespa comprada en aquel país, aventura que tuvo que abandonar al poco tiempo por problemas burocráticos con la administración estadounidense.

Su primera estación en Asia fue Laos. Fueron diez días en los que Emiliio Turrión pudo recorrer unos 1.500 kilometros desde Luang Prabang, ciudad que está ubicada más al norte del país, hasta la capital Vientian, situada en el centro siendo frontera con Tailandia, pasando por Vang Vieng, donde los lagos cristalino en mitad de la selva son espectaculares y el acceso a ellos es bastante complicado, por eso la opción es el alquiler de una moto. “Contraté una Honda 150 Winner, muy típicas en Laos, son motos de poca cilindrada pero que son muy útiles. Es una moto muy parecida a la Vespa ideal para aquel terreno, con puentes de madera, sendas por la selva o caminos de pistas. Apenas podías ir a más de 40 o 50 km/h. Es un país con poco turismo, muy seguro y donde la gente es muy amable y te trata muy bien. También es barato, con mucha compra en mercadillos. El norte del país, que limita con China, es muy bello, con mucha naturaleza y lugares impresionantes. Es muy típico ver a cuatro personas o familias enteras subidas en una moto”, describe Emilio Turrión.

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El farmacéutico de Muro llevaba tiempo planeando este viaje. Quedaban algunos puntos en el mapa de aquel continente aún por descubrir. En febrero, cuando ya empezaba a dibujarse algo de lo que luego adquirió magnitud mundial, decidió a pesar de todo seguir adelante y sacarse el visado válido para tres meses. “Quise seguir a pesar de todo, tomé algunas precauciones, seguramente hubiera aguantado hasta el final, pero en el momento que me dijeron que en Vietnam no éramos bien vistos ni españoles ni italianos, comencé a preocuparme. Así y todo decidí probar la vía de Malasia, estuve varios días en el país pero al quinto día, viendo que las cosas empeoraban mucho en España, opté por venirme. Estuve en Kuala Lumpur y Georgetown, alquilé alguna moto y pude recorrer playas y parajes realmente fantásticos, pero la cabeza empezaba a estar más en casa que otra cosa. Era el 17 de marzo y las temperaturas también se dispararon. De los 26-27 grados bastante agradables de Laos pasé a los 37 con mucha humedad de Malasia. Creo que fue la mejor decisión”.

AHORA LOS BALCANES

Si todo se hubiera desarrollado con normalidad, a la vuelta de Vietnam le hubiera esperado otra aventura, está vez ya con su inseparable Vespa, recorriendo los Balcanes con final en Turquía, que iba a empezar ahora a finales de mayo. “Así tendrá que volver a mis orígenes, que fue recorrer España, seguramente es lo que haré este verano y si puedo, escaparme hasta Marruecos. Su carácter emprendedor y viajero le viene de familia, de su madre más concretamente.

A lo largo de sus 51 años de vida ha visitado alrededor de 65 países en cinco continentes. Fue hace seis años cuando comenzó a interesarse por acompañar esos viajes en solitario con su Vespa. Decidió realizar 4.000 kilómetros por España con una Súper del 67. Después le siguió Menorca, Francia, Polonia, Noruega (Cabo Norte), Escocia e Isla de Man, Estados Unidos (Costa Este desde Miami a Boston) e Islandia en 2019. Si todo marcha bien, a finales de año podría recuperar la idea de recorrer los Balcanes en Vespa.

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