La telaraña

Cuanto tenemos que aprender de lo pequeño, de lo insignificante, de lo que cada día está entre nosotros y lo magnificamos dándole un valor y una importancia que realmente no tiene, pero que sin embargo nos consume y quita nuestras fuerzas y energía. Llegamos a dedicar una de las cosas más valiosas que tenemos; no es ni más ni menos que nuestro tiempo.

Se nos puede comparar como la araña que teje su tela a costa de un largo trabajo y numerosas vueltas de idas y venidas. Entreteje sus innumerables hilos sin reparar en el consumo de su sustancia, pues saca el material de sus propias entrañas.

Sin embargo con un solo escobazo destrozamos la telaraña y destruimos la obra de arte. Es más, el obre insecto corre un gran riesgo de terminar de manera brutal con sus días, bajo los pies de quien hace la limpieza. ¿No ocurre lo mismo con las personas? Se agotan buscando más bienestar, dinero, placeres o reconocimientos de unas personas que igual no nos importan nada o ni siquiera les importamos. Gastan su energía, inteligencia y su salud tratando de lograr unas metas terrenales que se han propuesto. Y cuando creen haber acabado su obra, se dan cuenta de que se parece a una tela de araña. Y mientras han invertido su tiempo en buscar o crear algo que en el fondo sólo es debilidad, cobardía, han perdido la oportunidad de ser felices en cosas muy sencillas.

Disfrutar del entorno, estar más tiempo con la familia, pasar buenos ratos con los amigos, cuidarse en el gim, corriendo, paseando con la bici… Tomándose las cosas con moderación y sin obsesiones. Ahora con el tiempo de vacaciones es un buen momento para hacer estas cosas o las que nos gusten, hacer aquello que durante el año hemos dejado de lado, pescar, leer pero sobretodo disfrutar sin ninguna presión. Y cuando pasen las vacaciones y volvamos a la rutina es cuestión de plantearse que cosas son realmente importantes.

La vida pasa como un suspiro y se nos va de las manos como la arena de la playa entre los dedos. Así que ahora es el momento de elegir bien y plantearnos que queremos para nuestro futuro.
Y quiero pasaros un versículo de la Biblia del libro de lo Hechos, que quiero darle el sentido de dar tiempo y amor a todos aquellos que queremos. “La felicidad está más en dar que recibir”.

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