La solidaridad se ha visto incrementada este año

El pasado lunes 21, el Economato de Cáritas repartió cerca de 280 lotes de productos a las familias de Alcoy, como cada año en el mes de diciembre. Cada lote se componía de diferentes alimentos de primera necesidad como dos clases de aceite, azúcar, leche, tomate frito, mermelada o melocotón en almíbar, además de una tableta de turrón y una botella de gel hidroalcohólico.

Este año, a causa de la crisis sanitaria provocada por el Covid, el Economato de Cáritas estableció turnos de recogida por barrios en diferentes franjas horarias. Aun así, la cola de personas en la puerta de la nueva sede de Cáritas tuvo que ser controlada por protección civil y por la policía local con el fin de que se cumplieran las distancias de seguridad. “Los voluntarios en estas fechas, y en esta situación, experimentan dos sensaciones muy fuertes: el frenético trabajo y la emoción de poder ayudar a los que más lo necesitan”, explica Juanjo Garrido, director del Economato de Cáritas.

Esta labor continuó el día 24 con el reparto de un total de 1.100 menús gracias a las mujeres de los rotarios. “Cada persona tendrá dos platos calientes y un postre. Los menús irán en bolsas cerradas y se le dará a cada miembro de la familia”, informaba Garrido días antes.

Todas estas tareas han sido posibles gracias a que el número de voluntarios ha crecido. “Antes la edad media de los voluntarios era de 70 años, pero tras la crisis muchos jóvenes han querido aportar su granito de arena y ahora tenemos un equipo renovado y la edad media es de 40 años”, destaca el director.

Por otro lado, Juanjo Garrido señala las numerosas donaciones tanto monetarias como de productos alimenticios que han ido llegando al Economato. “Gracias a los medios de comunicación cada vez más gente se hace eco de las posibles vías para ayudar”, y añade que ahora con las nuevas tecnologías es mucho más fácil realizar donaciones como es el caso de aportar una cuantía por Bizum al 01422.

LA LABOR DE CRUZ ROJA
Otra de las organizaciones que luchan por ayudar a las familias más necesitadas es Cruz Roja. Desde sus inicios, se ha adaptado para prestar sus servicios según las necesidades de cada momento. Ahora, modifican sus servicios y proyectos para seguir las medidas de seguridad, pero sin interrumpir sus acciones. “Hemos adaptado los servicios a la realidad que tenemos. Por ejemplo, los talleres de formación se han visto reducido por el aforo, pero por suerte aquí tenemos mucho espacio y podemos continuar”, explica Pablo Granados, presidente y director de Cruz Roja Alcoy.

Durante el confinamiento, esta organización incrementó sus servicios de asistencia con el seguimiento telefónico de personas mayores así como llevar comida a domicilios. “Ahora mismo la situación y las necesidades son otras, y tenemos que estar alerta porque la previsión es que entren más familias”, anuncia el director. Garrido asegura que había 130 familias antes del confinamiento, pero que durante la cuarentena hubo un pico de unas 700 familias las que necesitaron ayuda. Ahora son unas 250 las que requieren de sus servicios para poder seguir.

Desde Cruz Roja siguen de cerca a todas estas personas, pero también apuestan por un plan de empleo “Es un proyecto que atiende a unas 40 familias que todos los años han encontrado un trabajo de calidad, nos cuesta 50.000 euros al año”, informa Granados y añade: “Estos proyectos cuestan más que otros proyectos de donaciones de alimentos, pero también creemos que es necesario”.

VIDEOCONFERENCIAS
Para estas Navidades tienen entre manos un proyecto novedoso. “Durante este mes estamos llevando una tablet a los domicilios para que esa persona mayor que no puede tener contacto con sus familiares puedan verse mediante videoconferencia”, explica el director.

Por último, señala que tiene la esperanza de que “todo esto pase” y está orgulloso de ver que ante la adversidad “tenemos una sociedad muy solidaria”, y pide dos favores “prevención y continuar ayudando a los demás”.