La respuesta del tejido empresarial de las Comarcas ante la crisis del COVID19

En esta situación de crisis sanitaria mundial, hemos podido comprobar cómo las empresas son capaces de adaptar sus capacidades productivas a las necesidades de consumo. Han mostrado rapidez, eficiencia y eficacia para reorganizar estas capacidades y orientarlas a la fabricación de diversos bienes de Salud con el fin de minimizar el contagio del Covid-19.

El eje industrial que abarca las comarcas de la Vall d’Albaida, L’Alcoià, El Comtat y Foia de Castalla, con un fuerte y variado tejido industrial, donde destacamos los sectores del Textil (referente a nivel nacional e internacional), el sector del plástico en la Foia en continua reconversión y diversificación y un incipiente y cada vez más importante sector Cosmético, han sabido reaccionar, como lo llevan haciendo siempre preparándose para un nuevo escenario. Un escenario, primero, a corto plazo, como única salida a la paralización de pedidos tras la aplicación del estado de alarma y el cierre de locales y establecimientos minoristas de productos no esenciales, y otro a medio y largo plazo que permita ser autosuficientes en estos productos que, sin ellos, puedan poner en una situación de riesgo a todo un país. No podemos asegurar que nunca más se producirá esta situación, ya que uno los factores que más ha contribuido a esta situación ha sido la globalización y la movilidad entre las personas, y esto no cambiará.
Debemos resaltar el trabajo de coordinación realizado por la red de Institutos Tecnológicos, encabezado por el IVACE para hacer que esto sea posible.
Si algo se ha aprendido de las últimas crisis económicas es que una empresa debe competir en diferenciación del producto, aportando Calidad, personalización y diseño. Y que es un error competir con precios, puesto que las condiciones laborales son muy diferentes dependiendo de la zona en la que nos encontremos en la Geografía mundial. Tratar de competir en precios ha llevado a determinados sectores a deslocalizar las producciones y por tanto a perder un preciado tejido industrial básico para el desarrollo de una Sociedad.

Pero además, todos los consumidores hemos aprendido a valorar los productos de proximidad, que por una parte, ayudan a la consolidación del empleo, y por otra, se nos ofrecen productos de alta calidad y con menor impacto medioambiental.
Más que nunca ahora, hay que apostar por un sector industrial potente, tecnológico y que aporte valor.

Lo único que solicitamos las empresas es que las administraciones creen un marco propicio para el desarrollo de iniciativas empresariales, condiciones favorables para invertir en el territorio y ofrecer oportunidades de creación de empleo y de riqueza para el bienestar del conjunto de la Sociedad.
Creemos firmemente en la regulación de un sistema económico basado en el libre comercio, sin intervención directa del Estado para regularlo. Es en estas condiciones de competitividad, donde las empresas aportan iniciativas de mejora empresarial que hacen que se diferencien los productos de alto valor mediante I+D+i. Y este, a su vez, recaiga en la Sociedad en forma de Tecnología y Desarrollo.

El precio de los productos sanitarios
En este contexto se estableció un acuerdo de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos de 21 de abril de 2020, por el que se establecen importes máximos de venta al público en aplicación de lo previsto en la Orden SND/354/2020, de 19 de abril, por la que se establecen medidas excepcionales para garantizar el acceso de la población a los productos de usos recomendados como medidas higiénicas para la prevención de contagios por el COVID-19. Nos referimos a las mascarillas quirúrgicas desechables y a los geles y soluciones hidroalcohólicas.

Para garantizar el acceso de estos productos al conjunto de la población, existen diferentes herramientas que lo permitan sin tener que intervenir en el precio final del producto. Esta medida atenta directamente contra la libre competencia, cuando es sabido, que al final los precios se regulan atendiendo a la Ley de la Oferta y Demanda. Además, esta medida ha minado de forma directa la posibilidad de recuperación de las empresas que en el primer escenario habían tenido una fuerte bajada en la facturación y que veía como única salida la fabricación de mascarillas y soluciones hidroalcohólicas.

Con la materia prima adquirida, y con unos procesos de fabricación en vías de mejora, esta decisión cae como una jarra de agua helada en estas empresas. También compromete la posibilidad del autoabastecimiento a medio o largo plazo, mediante una reconversión de nuestra capacidad productiva hacia este tipo de productos.

Desde la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Alcoy queremos transmitir nuestra más rotunda contrariedad a dicha medida. Solicitamos a las distintas administraciones competentes que reconsideren esta medida y la reviertan de forma urgente pensando en el Bien de nuestras empresas, y por tanto, de nuestra Sociedad.

Pablo de Gracia es presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Alcoy

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