La Porteña Tango nos trasladó a la Argentina más tradicional

El Teatre Calderón registró una buena entrada de público el pasado viernes para un concierto-espectáculo novedoso, donde las músicas y las danzas más tradicionales de La Argentina se alzaron como protagonistas de una magnífica velada organizada por la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy.

‘La porteña tango’ junto a la cantante Mel Fernández se metieron al público en el bolsillo nada más salir al escenario. Con tan sólo un piano, un bandoneón y una guitarra, además de dos extraordinarias parejas de baile y la citada voz, junto a una puesta en escena funcional pero vistosa, por la iluminación y colocación de los músicos, y especialmente por el variadísimo y seductor vestuario, se fueron sucediendo las distintas piezas, algunas muy conocidas: tangos, valses criollos, milongas, malambos y candombes, obras creadas desde 1903 a la actualidad, nada fáciles de interpretar tanto musical como vocal y dancísticamente.

Y es que ante nosotros había unos grandes especialistas de la música más auténtica de La Argentina, todos nacidos en esa capital tan querida en España como es Buenos Aires. Un conjunto que, con 10 años de andadura y más de 600 actuaciones a sus espaldas, mayoritariamente en Europa, ha conseguido situarse entre los mejores dedicados a estas músicas tan diversas, típicas de los arrabales porteños, del Rio de la Plata, o de las zonas gauchas de La Patagonia y La Pampa.

Notabilidad interpretativa del pianista Federico Peuvrel, del jovencísimo bandoneonista Matías Picciano que dominó y extrajo lo mejor de su exquisito instrumento, y del guitarrista Alejandro Picciano, alma mater de un conjunto que sobresalió particularmente en las obras del genial Astor Piazzolla. La cantante Mel Fernández, que también es compositora, mostró una voz bella, cálida y segura, dominando perfectamente la dicción y el fraseo más genuinamente ‘porteño’.

Foto: Porteña Tango, en el Calderón | Juan Vilaplana

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