La peatonalización sale adelante sin consenso pese a negociar los cambios con la oposición

Vecinos y comerciantes protestaron nuevamente en la víspera del Pleno

Concentración de vecinos y comerciantes en La Bandeja para protestar por la peatonalización (Xavi Terol)

La ordenanza para la peatonalización del Centro salió el jueves adelante con los votos favorables del PSOE, Podem y Guanyar, en contra de Ciudadanos y Vox, y la abstención de Compromís y PP. Y esto a pesar de que el documento ha incluido, previo al período de exposición pública y de presentación de alegaciones, que comenzará en breve, una serie de modificaciones surgidas a partir de los cambios planteados por diferentes grupos de la oposición, especialmente por parte de los populares, que la pasada semana presentaron una completa batería de propuestas, así como documento con doce puntos de acuerdo, consensuado por los seis partidos de la oposición, y que fue debatido con el gobierno el miércoles hasta última hora, en la víspera de celebrarse el Pleno.

Al inicio de la sesión, el edil de Movilidad, Jordi Martínez, hacía hincapié en que han sido cinco meses de trabajo y “hasta ayer (por el miércoles) a última hora estuvimos haciéndolo para sacar adelante un documento consensuado”. Un documento el resultado del cual, sin embargo, no acaba de convencer al propio gobierno municipal, que lo hubiera querido “más restrictivo”, en palabras de Martínez, quien opina que “hay que reducir al máximo la presencia de vehículos” y los cambios introducidos amplían las opciones de tráfico en la zona.

En el turno de intervenciones, Vox incidió en la necesidad de “contar con estudios técnicos” y no “dejarse guiar por criterios políticos”. “No se puede poner en marcha y después analizar las consecuencias”, señalaba David Abad, insistiendo en las “prisas”, la “falta de rigor” y las “dudas” que genera.

Del lado de Guanyar, Pablo González criticaba el planteamiento “en solitario” del gobierno, asegurando que “la oposición hemos hecho lo que no habéis hecho vosotros: sentarnos a negociar la ordenanza”. Para Guanyar, la máxima preocupación es “dificultar la vida a residentes y comerciantes”.

Podem, por su parte, encuentra en la peatonalización una “oportunidad” y un “paso hacia la regeneración del Centro”, afirmaba Aaron Ferrándiz. A la vez, echa de menos mayor participación de los agentes sociales en el proceso y destaca la importancia de resolver el problema de los aparcamientos disuasorios.

Mientras desde Ciudadanos, su concejal Marcos Martínez se posicionaba en contra de la peatonalización y entre los aspectos negativos remarcaba que “entorpece el quehacer diario de los ciudadanos”. Además, se queja de la “falta de diálogo” con otros barrios afectados a parte del Centro, como la Zona Alta y Viaducto.

Por parte de Compromís, la edil Elisa Guillem habla de “soberbia” a la hora de definir la actitud del gobierno municipal para con la opinión de vecinos y comerciantes, que, asegura, “no han recibido ninguna información al respecto”. “A doce horas del Pleno hemos discutido el futuro del barrio”, indica, al tiempo que acusa al gobierno de Toni Francés de haber convertido el casco antiguo en “un gran bar”.

Por el PP, su portavoz Quique Ruiz se congratulaba de haber logrado incorporar modificaciones a la ordenanza y afirmaba que de esta forma “está menos verde pero aún le falta”.

Sobre todo lo argumentado por la oposición, Jordi Martínez defendió la “visión política” del gobierno, si bien resaltó el proceso de participación llevado a cabo, con más de 15 reuniones realizadas, según apuntó. “Sabemos que una decisión así es difícil, pero se tiene que tomar, de lo contrario podríamos estar aplazándola eternamente”, declaraba, al igual que aportaba el dato de que el 80% de vehículos que transitan por el Centro lo hacen “de paso” y “esto es lo que tenemos que evitar”, subrayaba.

Cerraba el debate el alcalde, valorando la falta de unanimidad como un “freno al progreso” y refrendando la opinión de Martínez: “Es una buena ordenanza pero no la que nos hubiera gustado”. Según Francés, la peatonalización busca “reducir la contaminación”, configurar una ciudad “para las personas” y lograr “un Centro más dinámico y atractivo”. Sobre la contestación social, “ninguna ciudad ha dado un paso atrás” pese a las protestas.

Concentración en La Bandeja

El colectivo ciudadano que se ha mostrado en contra de la peatonalización tal y como la había planteado el gobierno municipal, trató de impedir la aprobación de la ordenanza hasta última hora. De esta forma, en la tarde previa a la celebración del Pleno volvió a protestar en La Bandeja, leyendo un manifiesto en el que insistieron en la “sin razón” de un documento elaborado durante “los meses de confinamiento para que cuando nos diesemos cuenta estuviera firmado y hecho”. Asimismo, pedían “consensuar con comercios y vecinos”, evitar “cortar arterias necesarias para la ciudad”, habilitar parkings próximos y “buscar soluciones a las casas derrumbadas”, entre otras medidas para la revitalización del centro histórico.

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