La pandemia económica
La emergencia sanitaria que ha desatado en España el coronavirus Covid-19 ha paralizado el país, poniendo a prueba no solo el sistema sanitario sino generando una crisis económica cuyas consecuencias son aún incalculables, pero bastante predecibles y, sobre todo, ya están siendo palpables en diferentes ámbitos socio-económicos. El estado de alarma ha dejado en casa tanto a trabajadores como consumidores, generando un formidable efecto dominó en toda la economía.
Por un tiempo cuya duración aún es incierta, la actividad global se verá inmensamente reducida, algo que pone en riesgo la supervivencia de innumerables empleos y empresas, así como la subsistencia diaria de millones de trabajadores autónomos. Por eso, la prioridad ahora es la gente. A diferencia del 2008, en esta crisis el centro de gravedad no está en los mercados financieros sino en la economía real, en esa suerte de mayoría productiva que son las pymes y los trabajadores.
Con todo, desde los distintos agentes sociales y económicos se insiste en que la prioridad debe ser solventar la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus, de cara a “minimizar” los efectos sobre la economía. Así lo considera Enrique Jorge Rico, director general de Unión Alcoyana Seguros, quien destaca la necesidad de “dar prioridad absoluta a la salud, especialmente en aquellos sectores más vulnerables”, remarca, para pedir después “medidas activas” que ayuden a reconstruir la economía.
A la hora de valorar la actual coyuntura, aunque opina que “es una situación tan nueva para todos que las consecuencias son difíciles de predecir”, Rico considera que el resultado de la pandemia desde el punto de vista de la economía puede ser nefasto. “Aquí no se libra nadie, vamos a perder todos”, lamenta, a la vez que advierte sobre los problemas de liquidez de pymes y autónomos.
Una cuestión sobre la que repara también Consuelo Vaquer, CEO de Nirvel, quien pronostica que si la alerta sanitaria “se alarga mucho, esto va a ser complicado de solucionar” sobre todo para pequeños negocios de los que dependen muchas empresas como la suya, dedicada en este caso a la fabricación y distribución de productos cosméticos y de peluquería. La empresaria pide al Gobierno rebajas a nivel fiscal, para pymes, autónomos y particulares. Y medidas económicas, con subvenciones, préstamos con varios años de carencia e intereses muy, muy bajos”.