“La nueva sede es un trampolín para mejorar la calidad de vida de los pacientes”

Entrevista a María José Grau, presidenta de Solc

“La nueva sede es un trampolín para mejorar la calidad de vida de los pacientes”
María José Grau en uno de los despachos de la nueva y recién inaugurada sede de Solc, ubicada en la calle Santa Rosa. | ALDEMAR

Después de dos décadas, la Associació comarcal d’ajuda en el tractament del càncer, Solc, ha estrenado recientemente su nueva sede, en la que están instalados desde hace algunas semanas, ubicada en la calle Santa Rosa.

La inauguración oficial fue hace dos semanas y también se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas para que los usuarios pudieran conocer las instalaciones.

La presidenta de Solc, María José Grau, habla en esta entrevista de este proyecto que ya es una realidad, y se muestra muy agradecida al Ayuntamiento por la cesión de la que hasta hace muy poco fue la ‘casa’ de la entidad, y por otro lado, destaca el gran papel de la “solidaridad recibida desde el momento cero” por parte de “entidades públicas, privadas, gente de a pie de Alcoy y de nuestras comarcas”, así como de todo el voluntariado.

– ¿Cómo surge la idea de adquirir un local y trasladar la sede?
– Estuvimos más de 20 años en el otro local, un local cedido por el Ayuntamiento, algo con lo que estamos muy agradecidos, sin embargo, éramos conscientes de que ese espacio no cumplía con las características, especialmente de seguridad, accesibilidad y comodidad que debería, y sobre todo es que había un colectivo, el de personas con movilidad reducida o personas más mayores, que están más limitadas, que no podían acceder ni a los servicios porque había un gran escalón. Este colectivo se quedaba fuera y no era justo.

Con los años recibimos un par de legados de usuarios agradecidos que, en sus testamentos dejaron una herencia. La más considerable fue un piso, el cual fue utilizado durante un tiempo por una usuaria enferma de cáncer que no tenía recursos.

Cuando esta persona falleció consideramos que fue el impulso para decir, ahora tenemos dinero, porque se vendió el piso, y la mejor manera que vimos fue devolvérselo a los usuarios a modo de unas instalaciones que nos permitieran, no solo abrazar a ese colectivo con movilidad reducida, si no mejorar las instalaciones y la atención personal a los pacientes.

Somos conscientes y queremos que quede muy claro que Solc es una asociación sin ánimo de lucro de utilidad pública, por lo que cualquier excedente que puedas tener, como es el caso de este legado, tiene que ser devuelto a los usuarios.

Consideramos que, al tener ese dinero del piso era el momento de poder dejar el local cedido por el Ayuntamiento para que otra entidad lo pueda utilizar, que hay muchas que están en lista de espera, entidades que están empezando, tal y como empezamos nosotros hace 26 años.

– ¿Qué ha supuesto el traslado?
– Se ha ganado en comodidad, en accesibilidad, luminosidad, incluso en visibilidad, porque estamos en un sitio donde la gente nos ve.

Hemos notado que entran más personas, preguntas por el funcionamiento, cuentan sus casos. Atendemos tanto a los pacientes como al entorno familiar.

– ¿Cuál ha sido la respuesta de los usuarios?
– La gente que viene está muy contenta, sienten que has pensado en ellos, y es que esto es para los usuarios.

– Desde Solc, ¿qué valoración hacen del resultado?
– Ha sido un retazo. Estamos contentos de poder ofrecer a los pacientes y a las familias algo como esto, lo merecen y da la opción a ampliar servicios.

– ¿Qué permite el nuevo local?
– Es un trampolín para mejorar la calidad de vida de los pacientes que puedan venir.

Por ejemplo, respecto al despacho del fisioterapeuta-nutricionista, permite un acceso fácil a la sala de rehabilitación.

Tenemos dos salas que se convierten en una grande diáfana que da la posibilidad de hacer lo que no podíamos en la otra como talleres a los que asista mucha gente, una charla, alguna actividad física….

Todas estas comodidades hacen que mejore la atención al usuario que al final es el objetivo de Solc, que siempre ha sido estar cerca del paciente, de su familia y ofrecer una ayuda multidisciplinar.

– ¿El traslado al nuevo local podría propiciar el incremento de socios?
– Sería interesantísimo. No lo podemos garantizar, pero al tener más visibilidad, digamos que es propicio para que eso pueda ocurrir.

– ¿Y respecto a ampliar la plantilla de profesionales?
– En un futuro no puedo asegurar que el personal técnico que ahora mismo está pueda abarcar y cubrir con calidad, que es como siempre se hace, la atención al paciente. Si fuera viable económicamente se haría sin ninguna duda.

A cuanta más gente puedas ayudar, mejor. Somos conscientes de la diferencia que marca Solc, yo conocí esta asociación por un diagnóstico de cáncer hace 10 años y sé perfectamente lo que te ayuda.

Esto también nos lo trasladan los profesionales. Las psicólogas explican que cuando hay situaciones de duelo o de fase terminal, la diferencia que marca la atención al núcleo familiar en su conjunto, de qué manera se gestiona esa fase.

Hay muchos familiares que están tan agradecidos que quieren colaborar. Cada día vemos manifestaciones de cariño y de agradecimiento.

Tenemos un equipo técnico que es el motor de Solc, los que realmente tratan al paciente y si luego hay esas manifestaciones de cariño es porque hacen un gran trabajo.

– ¿La nueva sede marca un punto de inflexión para Solc?
– Marca un punto de continuidad en el trabajo bien hecho que se ha realizado desde el primer día.

Yo me conformaría con que siguiera fluyendo como hasta ahora, que la gente siga recibiendo ayuda y quede contenta, que se pueda dar ese respiro a los pacientes y a sus familias y de poder generar conciencia de la importancia de apostar por una vida saludable.

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