La mujer en los estudios técnicos sigue como asignatura pendiente
La politécnica alcoyana impulsa desde su área de igualdad una serie de acciones para intentar paliar esta desproporción
Hace tiempo que existe un fuerte sesgo de género en los estudios científicos, tecnológicos, ingenierías y matemáticas (los llamados STEM, del acrónimo en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics), donde la proporción de alumnas es muy inferior a la de alumnos. De esta forma, la caída de vocaciones femeninas en las carreras tecnológicas se agrava pese a sus elevados índices de inserción laboral.
Las causas de esta situación son múltiples y, entre otras cuestiones, tiene que ver con la educación en el colegio, en la familia, los estereotipos, pero sobre todo la falta de referentes, tal y como indica Barbara Micó, responsable del Área de Igualdad, Cooperación y Asuntos sociales del Campus de Alcoy de la UPV (Universitat Politècnica de València). Micó explica que en el Campus alcoyano el porcentaje de mujeres estudiantes es actualmente del 28%, frente al 72% de alumnos hombres.
Este fenómeno, aunque común en todas las universidades españolas, preocupa y mucho a los responsables de la Politécnica alcoyana, que desde el año 2010 llevan recopilando datos para tratar de reflexionar sobre la brecha de género e intentar paliar esta desproporción en la medida de lo posible. Así, uno de los aspectos que vienen observando es que las titulaciones con un componente de diseño “atraen más a las mujeres”, remarca Barbará Micó. Por este motivo, másteres como el de Textil o el de Diseño de Producto, presentan una mayor presencia de alumnas. De hecho, en el caso de los estudios textiles la mayoría de matriculadas son mujeres (trece alumnas de nuevo ingreso frente a cinco chicos), y si hablamos del master de Diseño de Producto, se encuentra equilibrado al 50%, lo que consideran positivo desde la escuela.
De igual forma, el grado en Diseño Industrial cuenta con una matrícula bastante proporcionada, de manera que este curso han accedido 56 mujeres y 44 hombres.
En cambio, las titulaciones STEM presentan cifras más “desesperanzadoras”, en palabras de la responsable de Igualdad del Campus. “La ingeniería Química todavía mantiene una proporción aceptable, con un 41% de mujeres matriculadas, creemos que se debe a que estos estudios están relacionados con el ámbito de la salud, donde también hay una alta presencia femenina, en cambio, en otras titulaciones técnicas más puras la proporción de alumnos y alumnas viene ya dada por el bachillerato mediante el que acceden a la carrera, y en el tecnológico no hay apenas chicas”, señala Micó. Esto provoca que grados como la ingeniería Mecánica, la Informática o la Eléctrica, cuenten con una matrícula femenina que a duras penas roza el 10%. Es el caso de la ingeniería Eléctrica, donde las alumnas alcanzan el 9%.
Otro dato significativo es el de las cifras de alumnado del grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE), donde en los últimos años ha ido aumentando la proporción de hombres hasta el 68% actual. Una situación que el Campus relaciona con la falta de mujeres en altos cargos directivos. “Al final esta es la consecuencia en el plano laboral, algo con lo que tenemos que tener mucho cuidado”, destaca la responsable de Igualdad universitaria.
ROMPIENDO ESTEREOTIPOS
Ante esta situación, y conscientes de su incidencia en la empleabilidad de los titulados, el Campus viene poniendo en marcha distintas iniciativas con el objetivo de reducir esta desigualdad evidente en las cifras de alumnado. Una de ellas se llevó a cabo recientemente con motivo de la Semana de la Ciencia, donde todas las ponentes fueron mujeres. “Para que vean que hay muchas científicas y suplir esa ausencia de referentes femeninas en las chicas, futuras alumnas”, resalta Barbará Micó.
Con este objetivo, también anualmente realizan una campaña de captación de nuevos alumnos en la que utilizan la imagen de mujeres estudiantes y profesoras del Campus, de cara a potenciar esa presencia femenina en el centro que el pasado curso, además, superó la barrera del 30%. Algo que fue valorado muy positivamente por la dirección del Campus.