La hostelería empieza a respirar
El progresivo alivio de las restricciones está permitiendo al sector recuperar el pulso poco a poco
Desde que comenzó la pandemia, la ventilación de los espacios cerrados se ha convertido en una práctica fundamental. Y es que según los expertos, en instalaciones interiores la ventilación es una medida efectiva en la prevención de la transmisión del coronavirus. Por este motivo, y de cara a garantizar la seguridad de sus clientes, son muchos los establecimientos comerciales y del sector de la restauración que han optado por adquirir un dispositivo inteligente que monitoriza la calidad del aire e informa en tiempo real sobre esta cuestión.
En Alcoy, el Ayuntamiento de la ciudad, con la colaboración de la conselleria de Economía, tuvo la iniciativa de ayudar a la hostelería en esta problemática, pensando sobre todo en aquellos bares y restaurantes sin posibilidad de disponer de terraza exterior, por lo que la única forma de dar servicio es en el interior de sus negocios. “La verdad que es una buena idea para controlar y dar más seguridad a la gente, es eficaz porque informa del nivel de CO2 al instante y los clientes lo ven”, explica Borja Gadea, gerente de La Pericana.
Se trata de un medidor digital que marca el índice de calidad del aire (CO2) y avisa cambiando de color en función de si el espacio es seguro y presenta un nivel óptimo (verde) o si por el contrario indica que la estancia debe ser ventilada (naranja o rojo). Además de en el propio establecimiento, los datos se podrán visualizar en tiempo real desde la web del Ayuntamiento de Alcoy, para un acceso más rápido y dar así mayor tranquilidad al cliente.
De los establecimientos hosteleros sin terraza en Alcoy, el Ayuntamiento ha informado que 65 han solicitado el medidor y ya se han instalado alrededor de 40. “Es útil porque así la gente más preocupada tiene una referencia, aunque la ventilación de la estancia es algo que venimos haciendo desde el principio, pero sí, es de ayuda”, remarca Ramón Reche, gerente del Restaurante Savoy.
Y es que como destaca la concejala de Comercio, Vanessa Moltó, “sabemos que los establecimientos hosteleros realizan correctamente esta ventilación”, por lo que el objetivo facilitando los medidores es “reforzar la tranquilidad de los clientes y demostrar que se actúa bien, por eso también se puede ver en la web del Ayuntamiento”. Por tanto, otra pequeña ayuda para un sector que viene de meses aciagos en los que muchos establecimientos se vieron abocados al cierre.
Esta semana, además, con la ampliación del horario de cierre a las 22 horas, la hostelería empieza a respirar, si bien la valoración va por tipos de establecimiento. “Para las cervezas de la tarde, genial, porque hay tiempo, aunque la semana pasada llovió tanto que nos ha fastidiado, pero las cenas van muy justas de tiempo”, afirma Ximo Bellvert, empresario hostelero de Santa Rosa, quien opina que el levantamiento gradual de las restricciones y el control actual de la crisis sanitaria “genera confianza en los clientes”. También la vacunación, añade Borja Gadea, “nosotros lo hemos notado con la gente de más edad, que vuelve a salir”, asegura.
Por su parte, el propietario del Savoy considera que gracias a ir aliviando las medidas “vamos cogiendo el ritmo poco a poco”, aunque se muestra pesimista con el panorama al que se enfrentan los establecimientos de mayor envergadura, como el suyo, dedicados a la celebración de eventos. “El sector de las celebraciones todavía está muy parado, la gente se está esperando a ver si a partir de verano la cosa mejora, así que estamos trabajando muy poco”, lamenta, al tiempo que denuncia “lo que cuestan de mantener” negocios de este tipo, en comparación con otros de menor tamaño, y por eso reivindica más ayudas públicas, también para el sector hotelero y turístico en general. “Lo que nos llega son migajas”, recalca.