La hostelería considera inviable unas Fiestas con restricciones
Dos empresarios del Centro se pronuncian sobre una posible celebración tras el verano
La celebración de los Moros y Cristianos ha supuesto cada año una importante inyección económica para diversos sectores, especialmente para la hostelería, puesto que estas fiestas mueven a un elevado número de espectadores y generan movimiento social. De cara a la posible celebración después del verano, siendo conscientes de que estaría condicionada por ciertas restricciones por la Covid-19, dos hosteleros del Centro de Alcoy –epicentro de la Festa– coinciden con gran parte de la ciudadanía y del mundo festero y prefieren que las fiestas sean en abril del próximo año, con el objetivo de que su celebración “sea lo más normal posible”.
Según Germán Soler, propietario de un establecimiento de la Plaça de Dins, llegaría un momento en el que “sería difícil controlar” el cumplimiento de las medidas, tomando como referencia situaciones que se dan cada año en los Moros y Cristianos. Soler indica que “si tengo que montar una barra, o hacer una inversión, y no saber lo que voy a ingresar, no es viable”, haciendo alusión a los aforos.
Por su parte, el propietario de un pub del Centro, Mauro Rodríguez, opina que “si dicen de hacer las fiestas o las Fallas después del verano es porque la situación es mejor, y eso es una buena noticia para todos”, sin embargo, es partidario de una apertura “progresiva”, con el objetivo de que no vuelvan a cerrar las puertas de la hostelería por los contagios elevados. Rodríguez tampoco ve viable hacer las fiestas con las restricciones, pero sí hacer algún acto con motivo del Mig Any que genere más movimiento y “más ambiente” en las calles, lo que se traduciría en mayores ingresos para el sector, pero de una forma más controlada. En este sentido, también coincide Germán Soler, alegando que “el Mig Any sea el inicio de unos meses de ensayos en las filaes y de dejar atrás estos dos años”.