La historia textil, al alcance de todos

Se han digitalizado archivos de la antigua Real Fábrica de Paños

La historia textil, al alcance de todos
En la presentación, se entregó un facsímil con parte de los archivos digitalizados.

El año 1561 es el punto de partida de la digitalización que se ha realizado del archivo que tiene en su haber y que conserva la actual Textil Alcoyana de la antigua Real Fábrica de Paños, en un proyecto financiado por la Fundación Sagrada Familia de la Comunitat Valenciana con el objetivo de conservar y poner en valor el patrimonio, y llevado a cabo por el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Alcoy, concretamente por la técnica Crispina Ruiz.

Esta iniciativa no solo ha consistido en digitalizar los documentos que contienen la historia textil, desde 1561 hasta 1995, si no que también se ha catalogado y está disponible en el portal documental BIVIA –de esta digitalización, está abierto al público está hasta 1970, guardando un periodo de 50 años en los que los documentos pasan a considerarse documentación histórica–.

Sobre BIVIA, cabe remarcar que supone un importante portal de consulta, que desde su puesta en marcha en 2017 ha recibido más de 3 millones de consultas, destacando especialmente las que se realizan desde América.

Recientemente se ha presentado este proyecto en la propia sede de la Textil Alcoyana, contando con representación de esta entidad en la persona de su presidente, Rafael Pascual; también Pascual Merita, secretario de la Fundación Sagrada Familia CV; el concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, Ignacio Trelis, la propia Crispina Ruiz, así como el director del Archivo Municipal de Alcoy, Josep Lluís Santonja, y otros miembros de la Textil Alcoyana.

Crispina Ruiz ha sido la encargada de explicar con más detalle toda la documentación que se ha digitalizado, de la que parte, el Archivo Municipal ya disponía en copia microfilmada –el periodo comprendido entre 1910 y 1940, que se llevó a cabo en 2022–, que ahora también se ha digitalizado. De esta forma, ha habido dos partes en el proceso, una de digitalización sobre papel, y otra, de microfilm a digital.

El resultado de todo este trabajo son 868 registros –libros, legajos, carpetas o expedientes, que pueden tener una o diversas páginas– y 20.623 imágenes digitalizadas.

El proyecto se ha presentado en estos días, pero se remonta al año 2019, cuando la Fundación Sagrada Familia Comunitat Valenciana se interesó en la recuperación patrimonial para su difusión a través de BIVIA, y desde el Archivo Municipal se consideró que la opción más adecuada era la referente a la Real Fábrica de Paños, por su relevancia y antigüedad, y también porque hasta ahora ha sido menos accesible a la investigación al tratarse de un fondo de carácter privado.

Es la primera, y en principio, última acción que la citada fundación patrocina en este sentido, según indica Pascual Merita, ya que sus fines principales son asistenciales, educativos y culturales.

El patrocinio ha supuesto una inversión de 2500 euros, y Merita afirma que “ha sido un placer” financiar este proyecto que espera “que sea provechoso para los investigadores”.

DOCUMENTACIÓN DESTACADA
Dentro de todo el archivo histórico que se ha digitalizado, la técnica Crispina Ruiz, detalla algunos de los documentos más destacados o interesantes, como es la real cédula concedida por el Rey Carlos IV, por la que pasó a denominarse Real Fábrica de Paños –antes sin el Real–. También hace alusión a los dos gremios de origen, como fueron los peraires y los tejedores, así como los distintos nombres con los que se ha denominado hasta ser la actual Agrupación Empresarial Textil Alcoyana, nombre concreto con el que se la conoce desde 1994.

La ‘Casa de la Bolla’ o ‘Bolla’ ha sido una de las denominaciones más destacadas, con la que todavía se hace referencia a esta entidad.

En esta documentación también se encuentran las ordenanzas por las que se regían los gremios, o las problemáticas existentes entre empresarios, trabajadores y sindicatos, las marcas creadas en su momento por la necesidad de diferenciarse unos fabricantes de otros, el control de calidad, o incluso, el tipo de tinta.

En el apartado más curioso está la socialización realizada entre los años 1936 y 1939 –Guerra Civil española–: “hasta ahora no se había visto este tema, es un campo abierto para los investigadores de la Guerra Civil”, señala el director del Archivo Municipal, Josep Lluís Santonja.

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