La Cámara muestra su desacuerdo por el precio de las mascarillas

El presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Alcoy, Pablo de Gracia, ha mantenido una reunión telemática de trabajo con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el resto de presidentes de las Cámaras de la Comunidad Valenciana, en la que le ha manifestado el malestar del empresariado por la decisión del Gobierno de establecer precios máximos de venta al público de mascarillas quirúrgicas desechables y geles y soluciones hidroalcohólicas. Productos que se fabrican y se podrían fabricar en las industrias de nuestras comarcas y que, “tras esta intervención pública, su producción queda lejos del alcance de nuestras empresas”, sostiene el presidente de Cámara Alcoy.

De Gracia es firme defensor de la regulación de un sistema económico basado en el libre comercio, sin intervención directa del Estado para regularlo. “Es en estas condiciones de competitividad, donde las empresas aportan iniciativas de mejora empresarial que hacen que se diferencien los productos de alto valor mediante I+D+i”, argumenta.

Y es que, a juicio del presidente de la Cámara de Alcoy, “si algo se ha aprendido de las últimas crisis económicas es que una empresa debe competir en diferenciación del producto, aportando calidad, personalización y diseño. Es un error competir con precios, puesto que las condiciones laborales son muy diferentes dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Esto ha llevado a determinados sectores a deslocalizar las producciones y por tanto a perder un preciado tejido industrial básico”.
De Gracia opina que para garantizar el acceso de estos productos al conjunto de la población, existen diferentes herramientas que lo permitan “sin tener que intervenir en el precio final del producto. Esta medida atenta directamente contra la libre competencia, cuando es sabido que al final los precios se regulan atendiendo a la ley de la oferta y demanda. Además, esta medida ha minado de forma directa la posibilidad de recuperación de las empresas que en el primer escenario habían tenido una fuerte bajada en la facturación y que veía como única salida la fabricación de mascarillas y soluciones hidroalcohólicas”.

Con la materia prima adquirida, y con unos procesos de fabricación en vías de mejora, esta decisión “cae como una jarra de agua helada en estas empresas. También compromete la posibilidad del autoabastecimiento a medio o largo plazo, mediante una reconversión de nuestra capacidad productiva hacia este tipo de productos”, advierte De Gracia, quien para concluir remarca que en esta situación de crisis sanitaria mundial “hemos podido comprobar cómo las empresas son capaces de adaptar sus capacidades productivas a las necesidades de consumo. Han mostrado rapidez, eficiencia y eficacia”, incide.

Foto: Pablo de Gracia, en una reunión virtual reciente con Ximo Puig.

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