La base Aitana se destinará a fines medioambientales
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones finalmente no convertirá la antigua base militar de la sierra de Aitana en un centro de primeras llegadas, con alrededor de 600 plazas para personas refugiadas, como anunció el ministro Escriva el verano pasado. La idea ahora es que se destine a fines medioambientales.
De hecho, entonces se anunció que el centro estaría a punto para acoger residentes como máximo a mediados de 2025, pero ahora desde el gobierno español descartan formalizar el contrato para desarrollar un proyecto de rehabilitación de los edificios.
Esta decisión se ajusta a dos motivos. Por un lado, el estado ruinoso de las instalaciones comporta un incremento del presupuesto por encima del aconsejable, inicialmente estipulado en 25 millones de euros (financiado por los fondos europeos Next Generation).
Oposición vecinal
Así mismo, se ha valorado el movimiento vecinal en contra, visible en una plataforma orientada a paralizar el proyecto de construcción del centro amparándose en su impacto medioambiental, urbanístico, económico y social.
Cesión a Alcoleja
La antigua base militar se cederá en al ayuntamiento de Alcoleja, quien tiene previsto dedicarlo a usos medioambientales, como manifestaron Gema Baldó, alcaldesa, y Quico Fenollar, primer teniente de alcalde, en la reunión mantenida con el subdelegado del Gobierno, Juan Antonio Nieves.
Así, en breve remitirán una memoria al dirigente porque sea trasladada al Ministerio de Transición Ecológica y poder llevar adelante la propuesta. Desde el consistorio apuntan que su preparación será inmediata, teniendo en cuenta que llevan años buscando alternativas para la antigua base militar.
Entre las propuestas barajadas figura una aula de la naturaleza u otras acciones integradas en el entorno, que además pueden convertirse en un recurso para el turismo sostenible.