‘Júlia’: de los telares alcoyanos al Calderón

Gemma Miralles es quien ha adaptado y dirige la obra ‘Júlia’. La dramaturga alcoyana acepta la propuesta de La Dependent, y hace la primera versión teatral de una novela que fue para ella lectura obligatoria en el instituto, y la dejó impactada. “Es una lectura con una profundidad que engancha –explica Miralles– porque mezcla unos hechos históricos reales conectados con la implicación emocional de los personajes. Esto unido a que los acontecimientos pasan en unos lugares que geográficamente conozco muy bien, y que mis padres y abuelos han trabajado en el textil… la obra me tocó el corazón”.

“El mensaje –continúa la directora– es una mujer que se atreve (a pesar de todo su sufrimiento) es un personaje lleno de contradicciones y zonas oscuras. Pero al mismo tiempo es humana, no es ninguna heroína; es una mujer de ‘fusta de picar’, como ella dice. Y que a pesar del qué dirán, continúa adelante con sus convicciones porque es una mujer valiente, capaz de superar barreras. Es un avanzada a su época, y por eso ‘Júlia’, es una lectura que perdura en el tiempo”.

Una historia de amor y odio
‘Júlia’ cuenta la historia de una obrera del siglo XIX, que vive con su madre viuda, en unas condiciones penosas, con una jornada de trabajo esclavista y un sueldo miserable. No conforme con el destino que le ha correspondido, es capaz de enfrentarse a una sociedad (de carácter marcadamente clasista y machista) y casarse por dinero con el amo de la fábrica. A cambio tiene que pagar un precio muy alto: su esterilidad. Júlia cambia de clase social, y como burguesa llevará la casa, convirtiéndose también en ama (en la sombra) del negocio de su marido. Unos telares que ella conoce demasiado bien.

Dos horas de espectáculo
La Dependent, recupera así la memoria histórica de unos hechos que marcaron un punto de inflexión en plena revolución industrial valenciana, donde Alcoy se convirtió en el eje principal. Ahora recrean un espacio escénico versátil, en palabras del productor ejecutivo, Joanfra Rozalén: “la escenografía es una sublimación que podría ser la Torre Eiffel, los puentes de Alcoy, una estructura industrial (…) con una escalera que se puede mover y generar varios espacios diferentes”.

Un espectáculo coral, que cuenta con un elenco de 11 actores y actrices que se moverán por el escenario al ritmo de la coreografía creada por la bailarina y ayudante de dirección Júlia Cambra, que coordina sus movimientos. La música y banda sonora corre a cargo de Rafa Arnal, que, con un minucioso trabajo de investigación ha podido recuperar canciones tradicionales valencianas y las letras populares que se cantaban en las fábricas. Canciones que el público escuchará vive y en directo durante la representación.

Júlia, una mujer del siglo XIX, que todavía puede decir muchas cosas a los espectadores del siglo XXI. Si quieren disfrutar de esta puesta en escena, pueden hacerlo viernes 18 y sábado 19 de febrero, a las 20 horas, al Teatro Calderón de Alcoy.