Juli: El entrenador 69 en 96 años de historia

El Alcoyano no ha sido una entidad que se haya caracterizado precisamente por confiar en el producto propio a la hora de designar a sus entrenadores. De hecho solo cinco alcoyanos se han sentado en el banquillo blanquiazul a lo largo de 96 años de historia.

Para entender las razones de un club tan selecto hay un detalle cuanto menos revelador, que se remonta al génesis de la entidad, allá por octubre de 1926, hace más de 96 años, cuando a la hora de elegir al primer técnico del incipiente equipo que se estaba formando, los directivos de la época decidieron entregarle el mando a Florentino Moya Díaz, teniente del Regimiento de Infantería Vizcaya de la guarnición en Alcoy, exjugador del Real Alcodiam, pero que no había nacido en nuestra ciudad y se consideraba, por tanto, que iba a ser un hombre neutral para no herir posibles susceptibilidades a la hora de escoger el primer once.

Revelador o no, ciertamente se trata de un porcentaje ínfimo, demasiado pobre, que solo cinco alcoyanos –con algún matíz, incluso– hayan dirigido desde el banquillo al equipo de su ciudad. Un club tremendamente selecto al que el domingo se unió Juli, después que el jueves de la semana pasada se le nombrara primer entrenador tras el inesperado cese de Vicente Parras.

Juli no pudo estrenarse y hacer bueno ese tópico tan instaurado en el mundo del fútbol que dice que “a entrenador nuevo, victoria segura”. El partido contra el Sevilla Atlético terminó con empate (1-1) después que los blanquiazules llegaran a estrellar hasta cuatro balones en los hierros de la portería y todo se fuera al traste en el último minuto, cuando un despiste defensivo lo aprovechó Isra Domínguez, habitual en las convocatorias de García Pimienta en el primer equipo.

Juli se convirtió así en el entrenador número 69 en la historia del Alcoyano. Pese a la necesidad que había de ganar, fue aplaudido tanto en su primer pasillo en el Collao como al final del partido. Los blanquiazules hicieron un buen primer tiempo y también estuvieron bien en el arranque del segundo, donde Mario Losada anotó el 1-0 en el 48, para el equipo ir perdiendo fuelle a medida que el partido se encaminaba hacia su desenlace, en el que el desgaste físico y los cambios dieron vuelo a un filial sevillista para que lograra la igualada cuando ya se acariciaban los tres puntos.

Juli toma el relevo de David Porras, Pepe Aroca, Didí y Ángel Pérez, el pionero entre los técnicos de Alcoy, que también podría considerarse como el primer entrenador que tuvo el Alcoyano tras tomar el relevo del teniente Florentino Moyá, que estuvo ocho partidos al mando del equipo.
Ángel Pérez dirigió al Alcoyano desde la temporada 1930/31 hasta la 35/36, un total de seis campañas y 58 partidos, 48 de liga y 10 de promoción de ascenso. Hubo que esperar más de cuatro décadas para que otro entrenador de Alcoy se sentara en el banquillo blanquiazul.

Aunque nacido en Bocairent, la familia de Didí se trasladó hasta nuestra ciudad siendo muy pequeño y aquí desarrolló su longeva carrera futbolística, que incluyó también ser director deportivo y presidente del Alcoyano. Didí fue entrenador en dos temporadas diferentes –1979/80 y 80/81–, ambas como “apagafuegos”, totalizando 11 partidos.

El siguiente alcoyano, también con un matiz puesto que nació en París, en coger las riendas del Alcoyano fue Pepe Aroca. Con él en el banquillo se logró un ascenso a Segunda B como mayor logro. Arcoa figura en el Top 5 de entrenadores con más partidos, totalizando 149, solo por detrás de Balaguer, Juan Muñoz, Parras y Guasp. Estuvo un total de cinco temporadas en dos etapas diferentes.

También con un técnico alcoyano se vivió otro ascenso, ahora a Segunda División A, tras 42 años de ausencia. Fue con David Porras. En total estuvo cuatro temporadas, completadas en dos etapas diferentes, y se fue hasta los 95 partidos.

Es verdad que a lo largo de esos 96 años de historia han habido entrenadores que, no habiendo nacido en nuestra ciudad, se les podría considerar como alcoyanos, caso de Miguel Pascual, Paco Parreño, Carlos Sempere, o los casos de Juande Ramos, casada con una alcoyana, e incluso Roberto Granero, que desarrolló el grueso de su carrera futbolística en el Alcoyano