Judo Club: una escuela de vida y de campeones
Con casi seis décadas de historia, es una de las entidades locales con más solera
Casi seis décadas de historia –el Judo Club Alcoi fue creado en 1965– dan para mucho. Han sido 58 años de mucha vida, de un permanente aprendizaje, pero sobre todo de formar personas. La competición ha sido una parte más del club, importante eso sí, ahí está una historia repleta de éxitos para corroborarlo, pero no es la pata de la silla sobre la que descansa todo el peso de una de las entidades con más solera del deporte de nuestra ciudad.
No hay datos exactos, pero los cálculos apuntan a que unos 3.000 alcoyanos, quizás algunos más, han pasado por el Judo Club a lo largo de estas casi seis décadas y han terminado por practicar judo, uno de los deportes estrella del programa de los Juegos Olímpicos. Una cifra que podría considerarse más que respetable, hasta incluso hasta altamente significativa, si tenemos en cuenta que el judo no es un deporte de equipo en el que juegan cinco, seis o once jugadores.
Se trata de una práctica individual en el que cada individuo trata de luchar contra las propias limitaciones o sus ganas de mejorar y seguir creciendo como deportista. “Quien lo practica por primera vez, suele gustarle mucho, especialmente si es un niño. Es un deporte muy completo y didáctico a la vez”, apunta Pau Botella, director deportivo del club.
Es la explicación a que muchos de los alumnos del Judo Club sean hijos e incluso nietos de antiguos judokas, algunos en el equipo de veteranos del club, que siguen compitiendo a nivel estatal.
Dentro de la filosofía, muy interiorizada en los genes del club, de generar hábitos deportivos –”no buscamos crear campeones, si llegan que sea una consecuencia, no como un objetivo”, confiesa Roberto Botella, presidente del Judo Club–, la formación es un paso ineludible que se cuida y se mima hasta la última consecuencia.
Esa pasión por difundir sus valores lleva al Judo Club hasta la base, como punto de partida. El Judo Club es pionero a nivel local en impartir clases extraescolares en colegios. En La Salle, sin ir más lejos, son más de cinco décadas ininterrumpidas formando judokas entre sus alumnos. Actualmente, además de La Salle, hay entrenadores del club en El Romeral y Salesianos San Vicente, además de impartirse clases en el Matadero.
A esa labor se debe sumar su participación dentro del programa de la Escola Poliesportiva d’Iniciació (EPI), que promueve el Centre d’Esports en todos los colegios de la ciudad, en la que se inicia a sus alumnos de Primaria a la práctica deportiva. También el Judo Club forma parte del programa “Esport a l’Escola”, que desarrolla la Generalitat y que va destinado a alumnos de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de la ESO.
A todo ello, el judo fue uno de los primeros deportes en formar parte de la fase municipal de Jocs Esportius. En este curso 2022/23 fueron más de un centenar los inscritos y finalmente participaron un total de 90 escolares en todas las categorías. Se han llevado a cabo tres jornadas más una final en la que se celebrarán los pasos de cinturón.
A estas tres actividades se suma una cuarta, a nivel interno, que consiste en una competición de los propios alumnos de la Escuela del Judo Club. Unas jornadas a las que Pau Botella le da mucho valor. “No todos los clubes tienen esa capacidad para organizar su propia competición. Ello permite a nuestros propios alumnos poder competir sin tener la necesidad de desplazarse fuera. También es una manera de hacer club. El judo es un deporte individual pero sin rivales es imposible seguir entrenando y progresando. En nuestro deporte todos tienen cabida, aquí nadie se queda en el banquillo porque cada uno tiene su peso para poder competir”, a lo que Roberto Botella añade que “somos un deporte individual que se entrena en equipo”.
Esas competiciones internas han sido el germen de esa extensa lista de campeones y nombres ilustres que ha dado el Judo Club al deporte alcoyano. Los que llegaron más lejos fueron Carol Prats y Gaizka Porras, ambos campeones de España e internacionales con la Selección Española.
De hecho, Gaizka Porras es el último premio Juan Agudo Garat que distingue al mejor deportista local. Desde hace tres cursos forma parte del programa de becas de la Federación Española de Judo que busca captar a los nuevos valores de este deporte y entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Benimaclet (Valencia).
Pero la factoría de futuros campeones del Judo Club Alcoi no se detiene y su nuevo diamante en bruto son las hermanas Carrasco, Marina y Claudia. La última se colgó una medalla de bronce en la final del Campeonato de España escolar celebrado el pasado fin de semana en Madrid.