Juan Carlos Ramírez y un inversor americano pujan por la compra del Alcoyano
El primero aportaría una importante cantidad de dinero y el segundo quiere hacerse con la mayoría accionarial del club
La presente puede ser una semana muy importante en el futuro del Alcoyano. El club está oficialmente en venta desde agosto pasado y varias han sido las ofertas que desde entonces han llegado a la entidad. Algunas fueron rechazadas de inmediato por su falta de consistencia, otras han sido tenidas en cuenta y actualmente están en estudio.
Entre ellas, dos parecen cobrar ventaja y ahora mismo son las que tienen más opciones de llegar a buen puerto. Una ha sorprendido gratamente por la seriedad de la propuesta. Se trata de un inversor americano con intereses en otras ligas europeas que quiere aterrizar en nuestro país y que ve con buenos ojos la opción del Alcoyano, por su tirón mediático y que la inversión no sería tan grande para su potencial económico.
A través de su agentes en España ya existe una oferta en firme e incluso por videoconferencia ha habido un primer acercamiento con representantes del club. Este grupo inversor americano está dispuesto a asumir la totalidad de la deuda, también se haría cargo de la deuda con los accionistas –la más importante asciende a una cantidad cercana a los 200.000 euros que abonó un accionista en junio pasado para saldar los pagos de finales de temporada y así que el Alcoyano pudiera iniciar la nueva temporada en Primera Federación–.
Además, para hacerse con el control accionarial del club, estaría dispuesto a pagar las acciones a un 40 por ciento del valor que costaron en su día al comprarlas. Este punto y el anterior, el del pago de la deuda con los accionistas, hace que no guste a una parte del accionariado mayoritario.
La otra propuesta que hay encima de la mesa y que ahora mismo más gusta pero que divide al accionariado mayoritario por una serie de intereses creados, creando un agravio comparativo, es la oferta que lidera Juan Carlos Ramírez y que está respaldada por Miguel Hita además de dos accionistas mayoritarios de nuestra ciudad –no están todos– y que ha supuesto incluso apartar al presidente Toni Justicia de las negociaciones.
El empresario vasco afincado en Alicante se dio a conocer en el Elche al comienzo de la pasada década llegando a ser vicepresidente y consejero delegado. Tras su dimisión y renuncia como patrono de la Fundación Elche se alió con Enrique Ortiz, siendo su compañero de viaje en el Hércules durante siete temporadas, ocupando distintos cargos, entre ellos el de presidente.
Sin embargo, esa relación se rompió hace un año pero sigue teniendo junto a Ortiz y una tercera persona el 50 por ciento del paquete accionarial que ostentaba el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y por el que Ramírez pagó 304.000 euros.
Ahora, este empresario que ganó en 2019 casi 5 millones de euros por la venta de sus concesionarios de Toyota y Lexus en la provincia de Alicante, está dispuesto a invertir 700.000 euros en el Deportivo, en una operación que ahora mismo divide en la planta noble del Alcoyano por quien es Ramírez, una persona que en el Hércules pasó por diferentes cargo –desde presidente, hasta consejero y director deportivo, entre otros– y mantuvo duras batallas con entrenadores y directores deportivos.
Además, su llegada al club no supondría pagar la totalidad de la deuda que actualmente mantiene con algunos máximos accionistas y está en el aire el pago a proveedores, una de las prioridades que se quiere implantar antes de entregar el Alcoyano a otras manos.