Josep Sempere será alcalde de Banyeres por tercera legislatura
Gobernará en minoría al frente de Compromís
Josep Sempere i Castelló, de Compromís, fue investido alcalde de Banyeres de Mariola por tercera vez consecutiva. Sempere obtuvo seis votos favorables frente a los cinco que recibió el candidato del PP y dos votos en blanco, por lo que recibió la vara de mando y la insignia acreditativa de manos del edil de mayor edad, el popular Vicente Molina, que junto a Bea Francés formaron la Mesa de Edad.
Compromís gobernará en minoría la etapa que acaba de comenzar. En su discurso el alcalde agradeció al PSPV-PSOE que hubiera facilitado que la alcaldía volviera a ser de Compromís por lo que esperaba tener muchos puntos de encuentro y cooperación. Sempere dijo que era consciente que algunos aspectos de la última legislatura podían bajar el apoyo de Compromís, tal como había ocurrido. A pesar de ello afirmó que su grupo no estaba descontento porque era el segundo mejor resultado de Compromís en Banyeres en toda su historia, por lo que asumirán la legislatura con el reto de tener un gobierno en minoría.
El número uno del PSPV-PSOE, Bartolomé Francés Ferre, señaló que la decisión de votar en blanco había sido la acertada ya que el pueblo se había decantado por un gobierno de izquierdas. No obstante dijo que se haría una oposición firme sin concesiones, responsable y con la intención de sacar adelante el mayor número de propuestas que llevaban en su programa electoral.
Ester García Molina, como portavoz del PP, refirió que sólo 40 votos les separaba de Compromís, por lo que afirmó que “el pueblo ha hablado y algo tiene que cambiar”. Dijo que se ejercería una oposición constructiva y que esperaba que ello fuera tenido en cuenta por el equipo de gobierno. Mostró su intención de aportar todo lo que pueda repercutir en el bien de la población y opinó que si había cooperación todo iría mejor. Tras recordar el número de votos recibido destacó la necesidad de respetar al máximo los programas electorales y manifestó que no dejaría de reclamarse lo que pudiera hacerse y llevarse a término, anhelando que lo mejor sería que todas las propuestas pudieran aprobarse por unanimidad, dejando de lado los egos personales y partidistas.