Imperiosa igualdad

A pesar de lo que muchas personas creen y defienden, el feminismo es esa idea loca de que las mujeres somos iguales que los hombres. Personas con libertad de decidir, de pensar y de actuar.

Para aquellos que se escudan en que el feminismo es lo contrario al machismo, por una parte, y sin darse cuenta (creo) están reconociendo que el machismo es nocivo; y por otra, demuestran cierto miedo a que se les haga lo mismo que el machismo y el patriarcado han hecho al género femenino durante siglos.

Sería inimaginable que un hombre, solo por el hecho de ser hombre haya estado gran parte de la historia sin poder votar, ¿verdad? o que él cobrase menos por realizar el mismo trabajo que ella, ¿no?. Por esto sí que han pasado y pasan las mujeres, y son estos algunos de los tantos motivos que hacen necesaria la existencia del Día de la Mujer, porque han sido ellas las que han padecido este tipo de opresión y las que la siguen padeciendo en muchísimos lugares del mundo todavía y de multitud de formas.

En esta, y en todas las luchas y reivindicaciones son imprescindibles las personas, hombres y mujeres, porque no, el feminismo no va en contra de los hombres, porque su esencia es la búsqueda de la igualdad, el hecho de que yo no tenga que, por tradición, vestir de rosa, ir con las uñas pintadas, el pelo largo y jugar con muñecas por ser mujer; es que se respeten mis gustos y no se me juzgue por ellos; es también que se le deje llorar a un niño sin decirle que eso es cosa de mujeres, o dejarle, por ejemplo, que se pinte las uñas si le gusta. Es una cuestión de respeto hacia la mitad de la población. Respeto de hombres a mujeres y también entre mujeres.

Feminismo es no recriminar a una mujer por decidir quedarse en casa criando a sus hijos o por el contrario, no echarle en cara que regresa al trabajo tras la maternidad; es respetar a aquella que es ama de casa por su propia elección; es ser consciente de que en estos y en el resto de casos posibles, ellas están eligiendo con libertad y que esto merece el máximo respeto, y cuando no sea así, alzar la voz.

Feminismo es educar y vivir sin estereotipos; sin ser, por obligación o por tradición, la mujer la que se levanta primero de la mesa para recoger los platos e irse directa a la cocina a limpiarlo todo, también es feminismo respetar a la mujer que lo hace por decisión propia.

Feminismo es no ser valorada por tu posibilidad de quedarte embarazada en lugar de por tus capacidades o formación en un trabajo; es enseñar a las personas a no violar, abusar o agredir en lugar de preparar a una joven a ser valiente; es volver a casa tranquila sin tener que llevar las llaves entre los dedos; es no ser juzgada por llevar falda o escote.

El feminismo es la necesidad de igualdad, de reivindicar que tenemos los mismos derechos, es aquello que incomoda porque pedimos nuestro lugar, al lado de los hombres, porque deseamos equidad y no queremos estar delante de ellos, pero tampoco por detrás.

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