I ara en passar açò, que fem?
Alcoy, tiene una magia especial en cuestión de manifestaciones de carácter social, y es que, la ciudad es capaz de transformarse en una ilusión colectiva hasta límites insospechados.
Alcoy, ciudad modernista
Hasta ahora estábamos convencidos que con la Fiesta de Moros y Cristianos en honor a San Jorge, no olvidemos al Santo Patrón, y la Cabalgata de los Reyes Magos, estaba más que cumplido nuestro ego festivo social. Pero no es así, esta semana, con la segunda edición de la “Feria Modernista” se ha demostrado que no. La feria modernista ha venido a Alcoy para quedarse y de que manera. Ha sido un éxito colectivo de la totalidad de la ciudad, del que hay que sentirse orgullosos además de felicitar, a todos los alcoyanos por su implicación. Conociendo la indiosincrasia de nuestra tierra, a la vuelta de un par de años haremos, sin duda, la mejor feria modernista, si no lo es ya, de cuantas se realicen en España. Porque así somos los alcoyanos, nos entrará el gusanillo y, ¿por qué no?, el pique por hacer las cosas cada vez mejor y por superarnos. Y en poco tiempo habrá entre los alcoyanos verdaderos expertos de las indumentarias de esa época, diseñadores y toda una industria dedicada a este menester. Y hasta la mayoría de los ciudadanos conocerá al dedillo el programa de actos sociales de la feria.
Tanto es así, que ya se ha acuñado estos días esa frase que tanto nos gusta utilizar a los alcoyanos en estas efemérides, y a la que también ha hecho alusión este sábado Luis Peidro en su artículo semanal: “Ara en passar açò…” Y es que, el comentario se ha oído últimamente en los mentideros de la ciudad y no deja de ser la excusa para aplazar un determinado asunto de importancia, que estos días pasa a un segundo plano, hasta casi desaparecer… Pero no, “Ara en pasar açò” la vida continúa en el punto donde se quedó al empezar este espejismo festivo.
Alcoy, ciudad industrial
Dicho esto, y habiéndonos congratulado de los éxitos del modernismo, habrá que valorar la repercusión real, tanto en materia económica como en promoción, que al fin y al cabo es por lo que se ideó ponerla en marcha desde nuestro ayuntamiento.
Bien, creo que a estas alturas, siendo realistas, todos tenemos más o menos claro, que no vamos a poder vivir de la Fiesta de Moros, de la Cabalgata, ni, ahora, de la Feria Modernista, por eso yo pregunto “I ara en passar açò, que fem?”. Porque como me decía un amigo estos días, “estamos en el lado de la cortina de humo donde se nos habla de las virtudes de la feria modernista, y que tapa de paso, los problemas reales de la ciudad. Pero en cuanto escampe…
De esta forma podremos, al menos unos días, obviar que Alcoy en esta legislatura (y ya son dos con Toni Francés de alcalde) no tendrá Plan General como reconoció el gobierno municipal la semana pasada, ni pondrá en servicio el parque empresarial urbano en la manzana de Rodes, ni tendrá ni un metro más de suelo industrial, ojo ya no digo suelo industrial de calidad y tecnológico, etc.
Los datos económicos apuntan que Alcoy es una ciudad industrial. Alcoy es la octava ciudad de España que mayor proporción de ocupados tiene en el sector industrial, según el INE, en total un 20,1% y no en el sector servicios, como es el caso de Benidorm que es la tercera de España. Por tanto, si queremos promocionar la ciudad, habrá que hacerlo principalmente en los circuitos industriales. Y hay que hacerlo para atraer inversiones económicas y para conseguir el establecimiento de empresas potentes generadoras de empleo. Pero claro, para eso hay que ofrecer la ciudad que hoy no tenemos. Hay que tomar todas las medidas necesarias para ser atractivos y que nos elijan, ofertando un suelo industrial de calidad y tecnológico y grandes parcelas. Tenemos que proporcionar un buen nivel de servicios públicos, debemos contar con una buena comunicación con transporte público con Alicante y Valencia (por ejemplo el desplazamiento en transporte público a Alicante no puede durar 1,5 horas y con tan poca disponibilidad horaria).
Ilusión por Alcoy
Mientras no trabajemos todos juntos en esa línea, sin poner palos en las ruedas en iniciativas de progreso, no conseguiremos revertir una situación que a muchos nos produce una profunda tristeza, al ver como este barco se hunde y nos deja sin perspectivas de futuro. ¿Puede haber pena más grande para un alcoyano dar por supuesto que sus hijos, bien formados, no tendrán oportunidades en Alcoy y que se tendrán que marchar? Hoy marcharse de Alcoy no es una elección es una obligación y esto no es justo.
Hay que generar ilusión, del mismo modo que la generamos con nuestras grandes efemérides festivas. Ya que recordamos el Alcoy del Modernismo, recuperemos también el espíritu de lucha y emprendedor de quienes hicieron grande nuestra tierra en esa época y que no se quede en una mirada nostálgica del pasado, sino en un acicate para construir nuestro futuro. Alcoy y los alcoyanos se lo merecen.
Háganme un favor, ilusionémonos con Alcoy