Hèctor Climent presenta su nuevo ‘pequeño legado’

La lectura puede funcionar como entretenimiento, pero también como fuente de aprendizaje. ‘Historias perdidas de los mundos oscuros‘, del autor alcoyano Hèctor Climent, es un claro ejemplo de esto. En sus páginas se encuentra la historia de Lexa, una joven bibliotecaria que aunque aparentemente tiene una vida perfecta, esta se ve truncada por los mundos oscuros que irá descubriendo.

Sin embargo, en esta historia no solo se esconden escenarios misteriosos, sino también dos lecciones que son los objetivos claros del libro. Así, por una parte, se manifiesta la manera en la que a veces “esa vida perfecta que nos pintan, puede resultar no ser tan perfecta”, y, por otro lado, la capacidad de evolución que puede tener una persona después de hacer frente a los miedos y las vivencias menos agradables que a veces toca vivir.

En este sentido, Climent reflexiona sobre la estrecha relación que puede haber entre la historia que él cuenta en el libro y su historia personal. “En ningún momento estaba pensado para ser una autobiografía. Fue bastante tiempo después cuando me di cuenta de que, puede ser, sí tenía una parte de mi historia”. Así, desde muy pequeño, Climent se ha refugiado en la lectura y las historias de aventuras para huir de la oscuridad cuando se quedaba solo en casa. “Los libros me ayudaban a huir de las sombras”, señala. Por esto mismo, con esta historia se persigue un propósito que se remonta en su niñez: ayudar a otros niños (y no tan niños) que estén en la misma situación que estuvo él. “Me prometí que yo de mayor ayudaría a otros que también pasaban miedo a no tenerla”. Además, también recuerda su etapa universitaria como una época oscura en la que necesitó hacer frente a los miedos, como lo hace la protagonista.

El autor, quien además de escritor y padre se dedica a la medicina como pediatra y con fuerte vinculación a la política local, empezó a escribir esta última obra en 2018. “Tenía como 4 o 5 libros empezados. Me propuse acabar alguno y este tenía algo especial”. Señala también que supuso todo un reto contar la historia en primera persona de un personaje femenino. “Era un reto positivo, lo hice como una prueba de escritura inicialmente”.

Aun así, a pesar del poco tiempo del que disponía, hubo una cosa que lo empujó a hacerlo: la necesidad de apoderamiento que hay en la sociedad. “Es tiempo de no tener miedo y de salir adelante. Aunque nos hundamos, levantémonos. La vida siempre tendrá cosas buenas”, señala.

En este sentido, el autor también hace referencia a los nuevos retos a los que se enfrentan los escritores: la inteligencia artificial. “Tengo miedo de que la inteligencia artificial vaya a más y que cada vez utilicemos menos nuestro cerebro. Me gustaría que la gente reflexionara sobre ese pequeño riesgo”. Por esto mismo, Climent ve su libro como su pequeño granito de arena. “Tenemos transmisión genética y transmisión cultural, que mi paso por este mundo lo deje un poquito mejor, aunque sea muy poco, pero algo”.

Con todo, ya se cocina la segunda edición con la editorial Ataraxia, y, en poco tiempo, empezará con la escritura del segundo libro de una trilogía que estuvo pensada para serlo desde el primer momento.