“Ha sido el fin de semana perfecto”

Kike Alcaraz vuelve a repetir victoria en la Ultramediterrània, además estableciendo una nueva marca tras rebajar en media hora el registro de la primera edición

Kike Alcaraz en plena carrera de la Ultra. Foto: Jorge Carmona

Dio la campanada hace dos años, cuando ganó la primera edición, entonces Aitex Terra Trail, pero lo conseguido el sábado fue algo extraterrestre, no solo por destrozar al gran favorito, el franco-suizo Martin Perrier, vencedor de la pasada edición, sino rebajando en media hora el estratosférico crono de su primera victoria y dejarlo en 22h16’, casi dos horas menos del tiempo que necesitó el gran favorito, corredor de élite cuyo calendario en 2024 transcurrió entre Francia, Italia, España y Portugal y que incluye una victoria en su país de adopción.

“Ha sido el fin de semana perfecto”, soltaba Kike Alcaraz aún con el subidón de lo conseguido, quien no solo se alegró y se mostraba muy satisfecho por el triunfo conquistado, sino por ver que otros tres amigos y compañeros de muchas fatigas, Carles Sanjuán (2º), Borja Ferrer (4º) y Ximo Font (6º) se hacía un hueco en el Top Ten de la prueba reina de la Ultramediterrània.

Un triunfo no exento de épica. Kike Alcaraz a punto estuvo de tirar por la borda toda la preparación que empezó justo el día después de terminar en agosto pasado las fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina, después de hacer de cabo batidor de la escuadra de negres de la Filà Kabilenyos. Han sido casi cinco meses de sesiones interminables, con varias tiradas de 130 km y hasta una de 160 km. El test definitivo llegó en el pasado puente de la Constitución, en el que junto a Carlos Sanjuán hizo un entrenamiento de 100 km, que incluyó dos subidas a Aitana.

Lo que no imaginaba Kike Alcaraz era lo que sucedió a dos semanas de la Ultamediterrània. Un mal gesto bajando terminó con el móvil oprimiento su costado y una costilla rota. “Aguanté al principio pero luego me tuve que hacer pruebas para descartar que esa rotura acabara derivando en algo más grave. El único problema era el dolor. Gracias a Gabi Pastor, que fue mi ángel de la guarda durante diez días, con sesiones en su clínica a diario, pude correr y terminarla. Sin él, no sé si hubiera podido hacer la carrera”, reconoce.

El plan de carrera lo tuvo claro. La ventaja del conocimiento del terreno como si fuera el pasillo de su casa le hizo hacer una apuesta arriesgada desde el primer kilómetro y con 100 millas por delante. Contó con la inestimable ayuda de Borja Ferrer, que ya le ayudó en su victoria de hace dos años. “Tiramos delante entre los dos para tratar de descolgar a Martin Perrier, pero nunca lo logramos y en Serelles nos cogió. Nos estuvimos atacando para ver quien cedía y en Almudania, sobre el kilómetro 80, él se puso por delante. Entonces decidí jugármela, subi el ritmo y a partir de ahí fue cuando no pudo seguirme”, recuerda este asesor laboral.

El franco-suizo acabó quinto a casi dos horas y con la planta de los pies llena de ampollas. Kike Alcaraz cruzó la línea de meta con gestos evidentes de cansancio, aunque entero. “He terminado peor que hace dos años pero la alegría ha sido mayor”, confesó.

El de Cocentaina, aunque vive en Muro, terminó 2024 con 4.400 km en sus piernas, que perfectamente pudieron ser 6.000 o más de no ser porque a principios de año estuvo dos meses parado por culpa de una costilla rota mientras ensayaba como cabo batidor. En octubre pasado disputó a modo de preparación el campeonato Ultra de Cataluña donde acabó séptimo. No sabe qué correrá en los próximos meses, pero sí le gustaría en noviembre próximo, para celebrar su 40 cumpleaños, realizar un reto de 200 km por las montañas de nuestro entorno, con el Puig Campana de aperitivo.

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