Gobierno de altura
Pues sí que tenemos gobierno, los desconfiados y los agoreros que predecían nuevos comicios se han quedado con las ganas. Tenemos gobierno y nada menos, según nos aseguraron, un hegemónico gobierno de altura, de genuino vértigo, mágico ejercicio travestista, con acuerdos consensuados al son de sardanas, con intervenciones animadas por chistularis, imitando, punto por punto, al sudamericano Grupo de Puebla, muy capaz de alegremente pauperizar drásticamente un rico continente.
Nada importa que en la redacción de unos pactos hayan participado los agraciados -los premiados-, ¡quién mejor que ellos! Sarcásticamente eluden a los jueces, ¡qué sabrán esos togados! ¿Aunque para qué procuraron un tribunal constitucional a medida? “Pues eso”. De este voluminoso gobierno podrá decirse lo que quieran, pero no me negarán que tienen “alegría”.
P.D. Del muy democrático muro, no saben nada en Muro.