«Ganar en Peralada sería el mejor regalo»

Es el yerno ideal, ni un mal gesto, ni una mala palabra, todo cordialidad y la sencillez. Heredó de Carrión el 3 de la camiseta del Deportivo, erigiéndose desde entonces en un más que digno sucesor del ibense, un histórico con sus más de 400 partidos disputados a lo largo de trece temporadas. Navarro lleva seis en el Alcoyano y frente al Sabadell cumplió su partido número 200 defendiendo ese escudo. “El mejor regalo sería ganar en Peralada”, consciente de lo mucho que se juega el equipo mañana.
El de Novelda parece estar hecho de otra pasta. Al final de cada temporada siempre le buscan sucesor, alguien que quizás suba más la banda o que defienda mejor, según el criterio del entrenador de turno. Eso le cuesta algún partido de suplente al principio, pero al final es quien acaba adueñándose de la titularidad y sumando una treintena de partidos.

No es un 10 en nada, pero sí un 7 o un 8 en muchas facetas del juego. Además es un futbolista que se hace querer tanto dentro como fuera del vestuario. “Si el club trae alguien de mi puesto lo hace para mejorar, yo por mi parte trato de ayudar y luchar por hacerme con la titularidad. Es cierto que no soy ninguna figura, pero en los equipos también son necesarios los jugadores constantes o regulares como yo”, se reivindica.

No llevaba la cuenta

Le ruboriza que en una semana tan importante para el futuro del club sea protagonista. “No sabía nada de los 200 partidos, no llevaba la cuenta. Me lo han dicho y para mí es un orgullo. Son seis temporadas en el Alcoyano, algo que no me había pasado en ningún otro equipo. Estuve cuatro en Villajoyosa, tres en Jaén y una en Benidorm, Orihuela y Cartagena. Termino contrato y no sé que pasará, ahora mismo lo único que me importa es salvar al equipo. Está claro que me gustaría seguir y para mí sería un placer poder colgar las botas en este club. Ahora mismo no me planteo una edad para dejar el fútbol, me siento bien y creo que aún me queda cuerda para jugar algún tiempo más y luego ya tomar una decisión”, subrayó.
Se le nota preocupado y que no está siendo un plato de buen gusto este final de temporada. “Es algo que no imaginabas al principio, pensaba que perfectamente podíamos estar más arriba en la clasificación, pero las circunstancias han terminado por marcar el camino. Empiezan a aparecer los fantasmas, acabas ahí abajo y luego es muy difícil salir. Tampoco pensaban estar ahí equipos como Castellón o Sabadell, que han sido diseñados para estar arriba. Está siendo una liga muy igualada y cualquier descuido supone perder el paso”, asegura Navarro, que ya vivió una experiencia similar en el Benidorm. Consiguieron eludir el descenso directo en la última jornada tras vencer 0-2 en Alzira, pero terminó consumándose la pérdida de categoría en la eliminatoria de play-out contra el Betis B tras empatar en Foietes y perder en Sevilla.

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