Fundación Benicadell: Una ONU ciclista
Warren y Crause son un irlandés y un sudafricano que desde Alcoy quieren dar el salto a profesionales

Nuestro entorno es un paraíso que deja con la boca abierta a cualquier aficionado ciclista. Pero lo que muchos desconocen es que desde hace unos años, nuestra ciudad se ha convertido en un verdadero trampolín para corredores extranjeros que buscan dar el salto a profesionales, situando a la Fundación Benicadell y en particular al Natural Greatness Rali Alé, que es la denominación publicitaria que recibe el equipo que dirige el alcoyano José Vicente Peidro, en una auténtica ONU ciclista, con hasta nueve nacionalidades diferentes, entre ellos Ewan Warren y Pedri Crause, un irlandés y un sudáfricano perfectamente integrados en nuestra ciudad y enamorados de la cultura alcoyana.
Casi dos décadas de vida dan para mucho, pero sobre todo para hacerse un hueco muy importante dentro del pelotón amateur como semillero de ciclistas en busca de gloria y de hacer realidad el sueño del profesionalismo. Primero con corredores de la zona y de la Comunidad Valenciana, después ramificando a otras regiones y de un tiempo a esta parte abriendo el abanico al ciclista extranjero, convirtiendo la Fundación Benicadell en una verdadera amalgama de nacionalidades, capaz de reunir esta temporada, en una plantilla de veinticinco corredores, a un total de nueve nacionalidades diferentes, entre las que se encuentran varios ingleses, australianos, bahameños, estadounidenses, irlandeses, sudafricanos y hasta pakistaníes.
Entre esa verdadera ONU que es este curso el Natural Greatness Rali Alé destacan el irlandés Ewan Warren y el sudafricano Pedri Crause, dos buenos ejemplos del espíritu cosmopolita que reina en la formación alcoyana, pero sobre todo de integración, siendo su tercera temporada entre nosotros, lo que les lleva a decir que no les importaría quedarse a vivir en Alcoy. “Estamos encantados, el entorno es un privilegio para cualquier ciclista y la ciudad es muy acogedora. Nos gusta mucho la filosofía de vida que se tiene aquí”, aseguran.
El sudafricano Crause va más allá en sus afirmaciones, confesando que “si llego a profesionales, me gustaría quedarme a vivir en Alcoy. Me encanta la ciudad y su gente”, destaca este estudiante de tercero de arquitectura, que además de estar enamorado de nuestro entorno natural también lo está de sus edificaciones. “Me recuerda a una Barcelona en pequeño por las construcciones modernistas”, referencia.
El discurso del irlandés no difiere mucho del sudafricano. Es más, el placer de vivir en Alcoy lo ha trasladado a su familia. “Mis padres suelen alquilar un piso y se pasan tres meses aquí. Vendrán en abril y su idea es quedarse hasta junio. Ahora viven en Inglaterra, pero les gustaría mudarse a esta zona. Contrariamente a lo que piensan muchos de mis compatriotas, no les gusta Benidorm. Mi padre es corredor de montaña y disfruta mucho haciendo rutas, al igual que mi madre, que no corre pero le gusta pasear por este entorno”.
Sin embargo, en Alcoy no están por placer, sino para forjar un sueño, el sueño de ser ciclistas profesionales. Ambos crecieron viendo la retransmisiones del Tour de Francia. Eran los años de Contador, a quien consideran un ídolo. En el caso de Warren, en su Irlanda natal, se hizo mayor pensando en llegar a ser algún día Sean Kelly, el Rey de las Clásicas, ganador de la Vuelta a España en 1988 y de dos Mundiales (82 y 89), verdadero héroe nacional.
Pero Crause no tuvo idéntica suerte. En Sudáfrica no hay referentes ciclistas. Si acaso, Robert Hunter, de Johannesburgo como él, que en 2001 se convirtió en el primer sudafricano en completar un Tour de Francia. “Hice cricket, hockey y otros deportes. Pero en ninguno era bueno. Hasta que probé el ciclismo. En mi país no lo tengo fácil. Soy de Johannesburgo, que es la ciudad más poblada de Sudáfrica con 6 millones de habitantes. Para ir a entrenar, tengo que irme 30 km para encontrar alguna carrera sin apenas coches. Además no es una ciudad segura para salir solo en bicicleta. Tienes que tener mucho cuidado”, admite.
De ahí que solo tenga buenas palabras para definir su estancia en nuestra ciudad. “Es una maravilla. Me gusta porque es una gente que defiende lo suyo y que está muy unida como sociedad. Para mí, que soy ciclista, es un privilegio que sales un kilómetro de casa y ya tienes una carretera para poder empezar a entrenar”, recalca.
Ambos están hospedados en el Hostal Savoy. Además de compañeros de equipo, el ciclismo les ha unido y son amigos. “Si hay que salir a entrenar, lo hacemos juntos. Nos llevamos muy bien. Con los demás del equipo tenemos contacto, pero para hacer entrenamientos de calidad es mejor ir los dos que hacerlo en grupo”, asegura Ewan Warren.
Ambos confiesan que España es el mejor país para ser ciclista. “También está Italia y Francia, pero aquí hay una gran tradicion ciclista, afición, muchas carreras y buen clima. Encima Alcoy es un paraíso por su entorno”, desvelan. En el caso de Warren fue un correo electrónico a José Vicente Peidro quien le abrió las puertas a su fichaje por la Fundación Benicadell.
Sin embargo, ambos han puesto fecha de caducidad a esta aventura. Será al final de esta temporada, la tercera de su estancia en nuestra ciudad, para dar ese salto a profesionales. Si al final no siguen los pasos de Louis Sutton y Álvaro Sagrado, que el pasado año pasaron a profesionales desde la Fundación Benicadell, ambos tienen decidido regressar a sus países de orígen.
En el caso de Warren quiere empezar sus estudios universitarios de biología en Inglaterra y en el de Crause, a poner fin a los de arquitectura. “Estoy haciendo tercero online y me ayudan mucho a desconectar del ciclismo. Seguramente si todo hubiera sido bicicleta, no habría aguantado tanto”, admite.
“Ahora mismo no pensamos en otra cosa que llegar a cumplir ese sueño. Solo nos falta ser más regulares y consistentes, especialmente en las vueltas”, sostiene Warren. Esta temporada, de momento ha comenzado con buen pie para el irlandes, que en febrero pasado ganó la etapa reina de la Vuelta a Guadalentín con final en la Fortaleza del Sol de Lorca. Además fue tercero en la tercera etapa del Memorial Manuel Sanroma.
Su compañero Crause, reciente campeón sub’23 de contrarreloj en su país, estrenó hace unos días el palmarés en Zamora al adelantarse al pelotón y ganar en solitario en la 78º Gran Premio Muelas del Pan. Este fin de semana tienen doble compromiso en tierras vascas y para mayo está el grueso de la Copa de España con pruebas en el País Vasco y Galicia. También ambos tienen como objetivos la Vuelta a Castellón y la Vuelta a Madrid Sub’23. “Tenemos un buen equipo y a las carreras vamos a por todas”, confiesa Warren, con la misma estatura y peso que Ayuso, la sensación actual del pelotón español. Mientras que el irlandés se define como un “todo terreno”, Crause es más escalador, aunque más de media montaña que de grandes ascensiones.